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De la mano de Curry, ?se terminó la sequía
Después de cuatro décadas sin un título, la franquicia de Warriors ganó el partido y se llevó la corona de la liga en casa de Cavaliers, de Lebron James.
LeBron no pudo alargar su reinado, aunque asegure ser el mejor jugador del mundo y aunque no miente, porque acumula una serie de récords que respaldan dicha aseveración, estas finales le exigieron mucho. James trató de hacer lo imposible para darle a Cavaliers ese campeonato, cuando tenía el balón en sus manos hacía todo por sorprender e ir sumando puntos en la pizarra.
Con 10 segundos en el marcador, las postales eran distintas. Curry sonreía y celebraba, mientras que James abrazó a Stephen y se fue a sentar, ya no había nada por hacer, pues la perseverancia de Warriors los liquidó, con un marcador de 105-97. Así, concluyeron con la mayor sequía de títulos en la NBA, pues no habían levantado el Larry OBrien desde 1975.
Golden State no dependió de un Stephen que tuvo una actuación discreta -al encestar 25 unidades, dio ocho asistencias y acertó tres de los 11 triples de intentó-, que le permitió sumar su cuarto título, con lo que se coloca como el quinto combinado en la NBA con dicho número de campeonatos.
Curry y compañía no le tuvieron miedo a un rey al que incomodaron, al que le quitaron balones y sólo le permitieron mostrar pinceladas de su magia -en el primer y tercer cuarto la diferencia en la pizarra fue de 10 unidades-, aunque él no quería ver celebrar a los pupilos del novato Steve Kerr, ése fue el escenario que tuvo que mirar en su casa, el Quicken Loans Arena.
Warriors es el tercer equipo que concluye como líder de su conferencia en la temporada regular y que además, logra sumar un título. Por otra parte, es la serie final número 24 que se define en el sexto partido.
Steve dirigió al equipo más joven que disputó una final, al cual definió como un combinado asombroso y agradeció que él fue dirigido por los mejores entrenadores en su época de jugador. Mientras que Curry sentenció que fue una quinteta diferente desde el inicio hasta el último minuto de la final que disputaron.
El galardón del Jugador Más Valioso de la final se lo llevó Andre Iguodala, que registró 25 puntos, dio cinco asistencias y cinco rebotes. El jugador que porta el número nueve en el jersey es el tercero en la plantilla con el salario más alto (12.2 millones de dólares). Andre describió al equipo como un representativo de creyentes.
Warriors no falló a la estadística de que se coronaría en el sexto partido, como lo ha hecho 71% de las franquicias en series finales anteriores.
Antes del juego, LeBron James les dijo a sus compañeros que no había mañana, lo debemos hacer ahora . Él enfatizó que debían resolver el encuentro, pues ya no había otra oportunidad.
Su trabajo en la duela se resumió en 32 puntos, 18 rebotes y nueve asistencias. Además, se colocó como el sexto jugador en llegar a las 5,000 unidades en la postemporada.