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El blindaje de la cláusula del miedo

Los equipos ceden a los futbolistas, pero luego se niegan a enfrentarse a ellos.

Sociedad Deportiva Eibar realizó 21 transferencias para intentar permanecer en la Liga de España para la temporada 2015-2016. La inversión del club, que se mantuvo en la Primera División gracias al descenso administrativo de Elche ya que deportivamente el equipo vasco es quien había perdido la categoría , realizó un gasto histórico para los estándares del equipo, ya que desembolsó 3.5 millones de euros en tres fichajes; el resto de las incorporaciones llegaron a través de préstamos o jugadores libres.

Borja Bastón fue uno de ellos. Llegó cedido por Atlético de Madrid durante todo el año futbolístico. El delantero, que apenas sumaba 21 minutos en Primera División con los colchoneros y que había desarrollado toda su carrera en equipos de divisiones inferiores, mediante préstamos, ahora mismo es el mejor delantero español de las ligas europeas. Con 15 goles en 21 partidos, el atacante, que desde los cuatro años llegó a la academia del equipo rojiblanco, no pudo jugar contra el club dueño de sus derechos federativos, debido a la llamada cláusula del miedo.

En el futbol español, al menos 11 jugadores cedidos para esta temporada no pueden enfrentar a los equipos a los que pertenecen. En Inglaterra, el reglamento de la Premier League, en la sección de normativa (artículo 7.2) estipula: Durante el periodo del traslado temporal de su contrato, el jugador no podrá jugar contra el club cedente .

Las llamadas cláusulas de la venganza tienen sus antecedentes en las reglas que impuso Real Madrid con los jugadores que cedía en préstamo. Medios españoles indican que el detonante de dichas normas fueron las actuaciones de Pedro Munitis, Samuel Eto’o y, sobre todo, Fernando Morientes, cuando enfrentaron al equipo blanco.

El delantero español contribuyó con dos goles a la eliminación de los merengues en cuartos de final de la Champions League en la temporada 2003-2004.

Desde entonces, Real Madrid optó por impedir o solicitar una compensación económica en la mayoría de los casos muy alta- para que los futbolistas jueguen contra el club con el que tienen contrato a largo plazo; no obstante, no son los únicos que aplican el modelo, ya que Atlético de Madrid pidió 150,000 euros para que Borja Bastón los enfrentara. Eibar se negó a pagar y el delantero no jugó.

Real Madrid cedió para este ciclo a cinco jugadores, y ninguno puede enfrentarlos en partidos oficiales. Marco Asensio, Jorge Burgui (con Espanyol de Barcelona), Diego Llorente (Rayo Vallecano), Álvaro Medrán (Getafe) y Omar Mascarell (Sporting de Gijón) no pueden jugar con sus equipos cuando enfrentan al equipo merengue.

Atlético de Madrid y Valencia también aplican las cláusulas de miedo y, hasta el momento, Real Sociedad es el único club que pagó 100,000 euros a Granada para que pudiera jugar el portero Oier Olazábal, que tuvo que remplazar al arquero titular debido a una lesión.

En el ámbito internacional, la UEFA dio por inválida la cláusula que pedía 3 millones de euros para que Thibaut Courtois enfrentara a Chelsea en las semifinales de la Champions League del 2013-2014.

Atlético de Madrid pudo alinear al portero belga, a pesar de que el préstamo entre ambos clubes le impedía participar en un eventual duelo.

El reglamento en España también impide dichas cláusulas en los contratos, pero los clubes siguen protegiéndose ante una posible revancha deportiva del jugador contra el club dueño de su carta.

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