Nuevos ricos quieren levantar la Liga de Campeones

La prestigiosa y lucrativa Liga de Campeones vuelve este martes con sus dos principales favoritos, Barcelona y Real Madrid, amenazados por la insaciable ambición de los petrodólares emiratíes (Manchester City) y cataríes (París SG), que sueñan con suceder en el palmarés al Chelsea.

En este periodo de crisis, que se traduce en severas restricciones presupuestarias en la mayoría de los equipos, la Liga de Campeones 2012-2013 estará más abierta que de costumbre.

No será fácil, ya que algunas potencias tradicionales parecen aún en un nivel superior a aquellos nuevos ricos que han sido dopados con los petrodólares del Golfo.

Pese a caer en semifinales contra el Chelsea en la temporada pasada, el Barcelona sigue siendo el gran favorito para llevarse el título, a pesar de no contar este año con Pep Guardiola en el banquillo, sustituido por el que fuera su ayudante, Tito Vilanova.

Los catalanes mantienen un año más su trío mágico Leo Messi-Andrés Iniesta-Xavi Hernández y han sumado este verano un par de piezas, Jordi Alba y el camerunés Alex Song, para completar la plantilla más potente de Europa.

Como es habitual, la principal amenaza para el Barsa será el Real Madrid que, pese a la "tristeza" de su estrella Cristiano Ronaldo y al catastrófico inicio en la liga (cuatro puntos de 12 posibles y a 8 del Barcelona), ha buscado en el croata Luka Modric el creador de juego que pueda acabar con una década de disgustos continentales para el equipo con más títulos de la Copa de Europa (9).

El entrenador blanco, el portugués José Mourinho, que ha puesto fin a la tiranía del Barcelona en la competición nacional, alcanzaría definitivamente el Olimpo del futbol si logra su tercer título de la Liga de Campeones con tres equipos diferentes (tras los logrados con el Oporto y con el Inter).

A nivel de jugadores, la Liga de Campeones podría quedar de nuevo en un duelo entre Cristiano y Messi, máximo goleador de la edición precedente con 14 tantos. A tres meses de la adjudicación del Balón de Oro, ambos jugadores tratarán de brillar en Europa para lograr los últimos votos indecisos.

Pero antes de pensar en la décima estrella, el Real Madrid deberá clasificarse en un grupo en el que están el Manchester City, Borussia Dortmund y Ajax Amsterdam.

Eliminados en la fase de grupos en la temporada pasada, en su primera participación en la Liga de Campeones, el City del jeque Mansur, miembro de la familia real de Abu Dhabi, se consoló ganándole la Liga inglesa a su máximo rival, el Manchester United.

Para los nuevos ricos del City, un éxito en esta Champions sería extender su dominio en la islas a todo el continente.

Ese mismo objetivo tienen los nuevos propietarios cataríes del París Saint Germain, que son los que más dinero invirtieron durante el verano: 150 millones de euros para comprar al sueco Zlatan Ibrahimovic, al brasileño Thiago Silva y al argentino Ezequiel Lavezzi, entre otros.

Ocho años después de su última participación, el PSG tiene como objetivo principal de la temporada la liga francesa, pero un sorteo benévolo (Oporto, Dínamo Kiev y Dínamo Zagreb) podría hacerle replantear sus metas.

El último equipo en subirse el barco de los nuevos ricos con aspiraciones fue el Zenit San Petersburgo, capaz de gastar 100 millones de euros, poco antes del cierre del mercado, en los fichajes del brasileño Hulk y del holandés Axel Witsel.

Los dos representantes italianos (Milan y Juventus) son los más afectados por los recortes presupuestarios y no parecen con opciones al título.

Sólo los equipos ingleses parecen que pueden alterar las previsiones de un duelo entre Real Madrid y Barcelona contra los nuevos ricos: el Chelsea mantiene el bloque con el que se proclamó campeón de Europa en mayo pasado, con el cambio de Eden Hazard por Didier Drogba, y el Manchester United se ha reforzado con el fichaje del holandés Robin van Persie.

Tampoco habrá que olvidar al Bayern Múnich, que perdió las finales de 2010 y 2012 y que sigue contando con sus dos estrellas extranjeras, el francés Franck Ribery y el holandés Arjen Robben, con muchos de los internacionales alemanes y se reforzó con el español Javi Martínez, por el que pagó 40 millones de euros.

EISS