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US Open, un major en tiempos de fractura
El tercer Grand Slam de la temporada comienza esta semana, con la disyuntiva por la aparición de la LIV International Series.
Por una parte, los organizadores del US Open celebran el regreso del torneo al histórico campo de The Country Club, ubicado en Brookline, Massachusetts, y que fue uno de los cinco clubes fundadores de la Asociación de Golf de Estados Unidos (USGA, por sus siglas en inglés). Pero al mismo tiempo, una incertidumbre ensombrece la competencia a raíz de la fractura mundial que está viviendo el golf a nivel organizacional.
Siendo el área de Boston el lugar de nacimiento de la Guerra Independentista de Estados Unidos, parece ser una premonición para el caos que fractura al golf mundial en dos bandos: los que quieren seguir perteneciendo al PGA Tour y los que buscan una nueva oferta de competencia y de ingresos a través del LIV International Series, el circuito fondeado por capital saudí que se desarrolló por primera vez este fin de semana.
Más de una docena de jugadores del PGA Tour, incluidos algunos grandes nombres que incluyen un trío de campeones del US Open, están desertando a una liga rival financiada por Arabia Saudita, y el PGA Tour les dice que ya no son bienvenidos. Las líneas de batalla no se parecen a nada que este elegante juego haya experimentado en sus 162 años de historia.
“Es un momento extraño en el golf profesional”, dijo el golfista norirlandés Rory McIlroy, quien actualmente ocupa un puesto en el Top 10 del ranking mundial del PGA. “Y lo dije hace un par de semanas, solo vamos a ver cómo se desarrolla esta temporada”.
La USGA decidió no eliminar del US Open 2022 a los golfistas que también accedieron a participar en el LIV International Series, argumentando el respecto a su proceso calificatorio: “¿Debería ser retirado del campo un jugador que se ganó su lugar en el US Open 2022, a través de nuestros criterios de campo publicados, como resultado de su decisión de jugar en otro evento? Y finalmente decidimos que no deberían hacerlo”, dijo la organización en un comunicado.
Sin embargo, son 14 jugadores que clasificaron para el US Open los que estuvieron en el primer evento de LIV Golf entre el jueves 9 y el domingo 12 de junio, un grupo que incluye a los ex campeones Dustin Johnson y Martin Kaymer. Otro campeón del US Open, Bryson DeChambeau, también se unió a la liga con capital saudí el viernes.
Phil Mickelson es el más famoso de los participantes en ambos torneos, aunque nunca ha ganado el US Open. Si finalmente ganara este Grand Slam, cumpliendo con la expectativa que lo ha perseguido a lo largo de su carrera, habría una gran incertidumbre por ver cómo lo tomaría el público.
“No sé cómo lo recibirán los demás, pero yo sería bastante favorable”, dijo Mickelson. Durante años, entre las figuras más populares del golf, Mickelson ha sido visto como el principal reclutador de Greg Norman y su serie LIV Golf, que ha pagado sumas enormes solo para que los jugadores se registren. Mickelson sabe por experiencia qué tan apasionada puede ser una multitud de Boston y más sabiendo lo influyente que él ha sido para la LIV International Series.
“Los fanáticos del noreste son apasionados y vocales”, dijo el golfista Justin Thomas. “Cosas que no escucharías en Memphis o Greensboro, las vas a escuchar en Boston. Recuerdo jugar con Tiger Woods en Shinnecock y la gente le gritaba sobre su yate”. Bajo ese ambiente es como Mickelson jugará por primera vez en suelo estadounidense desde el 28 de enero, cuando no pasó el corte en Torrey Pines, y la recepción podría ser muy diferente a la de 2007, cuando ganó el Campeonato Deutsche Bank justamente en Boston.
A pesar de todos los inconvenientes generados por la liga saudí, el campo de The Country Club recibirá con optimismo el evento del Grand Slam al ser la primera sede desde 1988. Esta instalación de Brookline debutó como campo del US Open en 1913 y luego esperó 50 años para el siguiente (1963), 25 para el tercero (1988) y 34 para el más reciente (2022).
Dentro del field se encuentran los nombres de los más recientes ganadores del US Open en la década 2012-2022, como Bryson DeChambeau, Dustin Johnson, Brooks Koepka, Jon Rahm o Jordan Spieth; también están incluidos el Top 10 de la edición 2021, con nombres como Rory McIlroy, Collin Morikawa, Xander Schauffele y Scottie Scheffler.