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Vilar entró al mercado y dejó de ser símbolo

Llegó como un desconocido, implorando una oportunidad. Nueve años después, protagoniza la contratación más importante del futbol mexicano y cierra una era en un club que seguramente sufre al verlo partir.

Llegó como un desconocido, implorando una oportunidad. Nueve años después, protagoniza la contratación más importante del futbol mexicano y cierra una era en un club que seguramente sufre al verlo partir. Federico Vilar no será más jugador, capitán y emblema del Atlante porque ayer, Morelia pagó 3.7 millones de dólares para hacerse del arquero más buscado en los últimos tiempos.

Tras consumarse su salida, Vilar dejó solos a hombres como Sergio Bernal y Miguel Calero, jugadores que protagonizan el club de los hombres que llegaron a un equipo para jamás irse.

Hoy el exatlantista protagoniza una de las compras de porteros más caras en la historia, pero pocos saben qué tan duro fue el camino del ahora flamante guardameta de Monarcas.

Aún sin debutar en Argentina, Federico decidió tomar su maleta y emprender una aventura hacia México. Una vez en nuestro país, sin conocer a nadie, el destino lo llevó al Zitácuaro de la ahora Liga de Ascenso que dirigía José Guadalupe Cruz, estratega que le brindó la oportunidad de mostrarse y que de inmediato le abrió las puertas del club.

Sus buenas actuaciones permitieron que cuando el Profe Cruz tuvo que moverse al Acapulco no dudara en llevárselo. Ahí en el puerto, el guardameta argentino cumplió con buenas actuaciones, situación que le valió que Miguel Herrera lo llevara a la Primera División con el Atlante.

Fue en el 2003 cuando comenzó su historia de éxito con los Potros que presentaron en aquel entonces a un portero de corta cabellera, ágil de piernas y de excelente trato de balón, pero que jamás pensaron echara raíces y se convirtiera en su ícono.

A siete años de distancia, con un título de Liga, una Copa de Concacaf, un Mundial de Clubes y hasta una convocatoria a su Selección, Vilar deja su casa, luego de varias tentaciones que tuvo años atrás con clubes como Monterrey, Tigres y Cruz Azul para incorporarse a Monarcas que dejó al futbol mexicano boquiabierto, tras convencer a la directiva azulgrana.

Luego de la partida de Federico, ahora Atlante deberá atesorar a su única joya: Christian Bermúdez, volante que también ha llamado la atención de muchos equipos y que a pesar de sus 23 años está cotizado en 2.8 millones de dólares.

Vilar, ahora con los guantes de Monarcas, se enfila para ponerle fin a su carrera o quizás buscará ser una vez más un referente.

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