Lectura 4:00 min
Alza de tasas por parte de la Fed debe ser a tiempo
Banqueros coinciden en que incremento en el precio del dinero debe ser ágil, pero cauteloso ya que la inflación no está siendo temporal.
La Reserva Federal (Fed) necesita incrementar las tasas de interés este año y el próximo para reducir la alta inflación antes de que se instale en la mentalidad estadounidense y sea aún más difícil de eliminar, dijo el presidente de la Fed de Chicago, Charles Evans.
“La política monetaria debe pasar a remover de manera oportuna la expansión” mencionó Evans en unas declaraciones preparadas para entregarse a la Cámara Regional de Detroit, donde señaló que el alza en las tasas de interés del banco central estadounidense la semana pasada fue la “primera de las que parecen ser muchas” este año.
La economía estadounidense tiene impulso, los mercados laborales están francamente tensos y el rápido aumento de la inflación provocado por factores relacionados con la pandemia se está manifestando ahora de forma generalizada en toda la economía, afirmó Evans.
“Esto es señal de una presión más generalizada de la demanda agregada sobre la oferta que hoy está afectada”, dijo Evans. “Si la política monetaria no responde a estas presiones más amplias, veremos cómo la mayor inflación se incrusta en las expectativas, y tendremos un trabajo aún más duro para frenarla”.
Los datos publicados a primera hora de ayer mostraron lo ajustado que está el mercado laboral estadounidense, ya que el Departamento de Trabajo informó que las nuevas solicitudes de subsidio de desempleo cayeron la semana pasada al nivel más bajo desde septiembre de 1969, a una cifra desestacionalizada de 187,000.
Los responsables de la política monetaria de la Fed esperan elevar la tasa de interés de referencia en el equivalente a siete alzas de un cuarto de punto este año y tres veces más el siguiente, una opinión que Evans comparte.
“Estas acciones, junto con las reducciones del balance de la Fed, ayudarán a que la inflación se acerque al objetivo de 2% del banco central en los próximos años”. La inflación actualmente ronda 6 por ciento.
Evans señaló que continúa la incertidumbre, sobre todo, porque la crisis de Ucrania y la pandemia plantean riesgos desconocidos para la inflación y riesgos a la baja para el crecimiento económico.
“La política monetaria no tiene un rumbo preestablecido”, sino que se decidirá en cada reunión de la Fed, tomando en cuenta los datos económicos, las condiciones financieras y los riesgos.
Mineápolis advierte que no deben excederse
Por su parte, el presidente de la Fed de Mineápolis, Neel Kashkari, advirtió que el banco central estadounidense no debe ir demasiado lejos.
“Tenemos que ajustar porque la inflación no está resultando tan temporal como se había pensado”, dijo Kashkari en un evento. “Los datos siguen apuntando en esa dirección, y tenemos que responder”.
En septiembre, Kashkari pensó que la Fed no tendría que incrementar las tasas este año.
Sin embargo, se mostró reacio a la idea de que la Fed deba subir las tasas de interés más rápido, como han dicho algunos de sus colegas en los últimos días.
“Existe el peligro de exagerar”, dijo, si las cadenas de suministro afectadas por la pandemia se arreglan más rápido de lo esperado o si los trabajadores vuelven a la fuerza laboral en mayor número.
Kashkari sostuvo que el nivel neutral de las tasas de interés (en el que los costos de los préstamos no frenan ni impulsan el crecimiento) es de alrededor de 2%, más bajo que 2.4% que ven la mayoría de sus colegas.
Caída histórica en subsidios por desempleo
Del 13 al 19 de marzo, 187,000 personas, 28,000 menos que la semana anterior, se inscribieron como desempleadas para recibir un subsidio.
“Las empresas estadounidenses no están despidiendo trabajadores porque conocen los enormes desafíos que enfrentan para cubrir los puestos vacantes”, dijo Ryan Sweet, economista senior de Moodys Analytics en West Chester, Pensilvania.
“Si las solicitudes iniciales se mantienen por debajo de 200,000 durante un periodo, se levantará una bandera roja para la Fed”.
Las empresas están desesperadas por trabajadores. A fines de enero había 11.3 millones de vacantes, con un récord de 1.8 puestos por desempleado.
Este desajuste entre demanda y oferta de mano de obra impulsa el crecimiento de los salarios, lo que da cierta protección a los hogares frente al alza de los precios de la gasolina, además de atizar la inflación.