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Europa y Reino Unido confían en una solución al comercio con Irlanda del Norte tras el Brexit
Las disposiciones aduaneras específicas aplicadas tras el Brexit a esa región del Reino Unido provocaron un conflicto entre ambas partes.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, dijo el lunes "confiar" en que se pueda encontrar una solución en las próximas 48 horas sobre las restricciones de suministro a Irlanda del Norte tras el Brexit, que provocan fuertes tensiones entre Londres y Bruselas.
Las disposiciones aduaneras específicas aplicadas tras el Brexit a esa región del Reino Unido provocaron un conflicto entre ambas partes que la prensa local bautizó como "guerra de las salchichas", por concernir al envío a Irlanda del Norte de carne procedente del resto del Reino Unido.
La tensión aumenta dado que la medida debe entrar en vigor este jueves, 1 de julio, ante lo que el gobierno británico pidió un aplazamiento de tres meses para buscar una solución.
"Aunque no puedo anunciar hoy el acuerdo formal de la UE a la petición del gobierno británico (...), confío en que podamos encontrar una solución en las próximas 48 horas que satisfaga las necesidades y preocupaciones de ambas partes", afirmó Sefcovic el lunes ante el comité ejecutivo del parlamento regional de Irlanda del Norte.
"Espero que juntos podamos resolver el problema de la carne refrigerada en 48 horas. Tendremos tres meses para hacer otro intento de resolver este problema", agregó.
Sefcovic aseguró que la UE aborda esta cuestión con "una mentalidad abierta".
El denominado "protocolo de Irlanda del Norte", vigente desde el 1 de enero y negociado como parte del acuerdo del Brexit, mantienen de hecho a esa región británica dentro del mercado único europeo y la unión aduanera, para evitar reimponer una frontera con la vecina República de Irlanda, país miembro de la UE.
Su objetivo es preservar la frágil paz instaurada en 1998 tras 30 años de violento conflicto entre republicanos católicos y unionistas protestantes norirlandeses.
Sin embargo, el protocolo impone controles aduaneros a las mercancías que llegan a Irlanda del Norte desde el resto del Reino Unido, lo que los unionistas, muy apegados a su pertenencia a la corona británica, consideran una separación del resto del país.
Esta situación reavivó en los últimos meses las tensiones intercomunitarias en Irlanda del Norte.