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FMI lanzó nuevo esquema de financiamiento
El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció la creación de una nueva línea de crédito a corto plazo que permitirá a los países miembros romper la cadena de contagio por una crisis financiera o económica que tenga su origen en el exterior.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció la creación de una nueva línea de crédito a corto plazo que permitirá a los países miembros romper la cadena de contagio por una crisis financiera o económica que tenga su origen en el exterior.
En un comunicado, la entidad precisó que esta Línea Precautoria de Liquidez también podría ser utilizada si se presentan desastres naturales de importantes magnitudes.
Según la misiva, el país candidato a esta nueva línea de crédito podrá acceder a un financiamiento de entre 12 y 24 meses, con un importe máximo de 500% de la cuota que paga al organismo durante el primer año, que podría ascender hasta 1,000% durante el segundo año.
Los criterios de habilitación de este nuevo apoyo son la salud económica, marcos institucionales de política sólidos, así como un historial de aplicación de políticas públicas prudentes.
El país miembro puede solicitarla cuando tenga una necesidad potencial o real de balanza de pagos (...), puede funcionar como un servicio de liquidez que permite la celebración de acuerdos de seis meses para atender necesidades de balanza de pagos a corto plazo , se lee.
El FMI añadió que este tipo de acuerdos incluye revisiones cada seis meses del Consejo.
En el detalle de la información se entiende que el organismo podría facilitar este préstamo a los países que requieran hasta 250% de su cuota. Pero si el Consejo del FMI lo aprueba, podrán tener acceso a 500%, ante circunstancias excepcionales en las que los socios afronten pagos a plazo y no puedan financiarse por su cuenta debido a causas exógenas, incluida una situación de mayor estrés en la economía regional o mundial .
PODRÍAN PEDIR MÁS
Según el comunicado, un país podría recibir entre 500 y 1,000% de la cuota a un plazo de 12 y 24 meses, siempre que cuente con el aval del Consejo y que garantice que por situaciones ajenas al país no puede fondearse en el mercado.
Tras la aprobación del Consejo Administrativo del Fondo, se creó esta línea de crédito de emergencia que fue solicitada por el G-20 para cubrir las necesidades inmediatas de liquidez de los países.
Los actuales instrumentos para la ayuda de emergencia (Ayuda de Emergencia para Desastres Naturales y Ayuda de Emergencia Posconflicto) se consolidan en el nuevo Instrumento Rápido de Financiamiento que puede ser utilizado para apoyar un equilibrio urgente de necesidades de pagos, incluidos aquellos que procedan de shocks exógenos.
DIRIMEN PAPEL DEL BCE
FRANCIA Y ALEMANIA LUCEN DESACUERDOS SOBRE CRISIS
Francia y Alemania, las dos mayores economías de la eurozona, sacaron a relucir este martes sus diferencias sobre el papel del Banco Central Europeo en la crisis de la deuda, mientras se mantiene una presión que deprimió las bolsas y obligó a España a financiarse más caro.
La canciller alemana Angela Merkel reiteró su oposición a que el BCE compre masivamente la deuda de países bajo presión, aseverando que no funcionará de ninguna manera, en cualquier caso, no a largo plazo.
Al cabo de un momento nos daremos cuenta de que lo que está en el balance del BCE deberá ser recapitalizado, y de nuevo tendremos que echar mano de los estados , explicó.
La canciller dijo que es prematuro hablar de eurobonos para atajar la crisis de la deuda soberana en la eurozona, una idea promovida por la Comisión, que presentará sus propuestas el miércoles.
El gobernador del Bundesbank, Jens Weidmann, apoyó esta posición.
Francia intenta convencer a Berlín para que deje de un lado su ortodoxia monetaria y autorice al instituto a comprar grandes cantidades de deuda a los países más frágiles, para hacer bajar los intereses exigidos.
El primer ministro francés, Fillon, reconoció que convencer a Alemania de la necesidad de dar un papel más importante al BCE se ha convertido en una gran dificultad .
El embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea, William Kennard, se sumó a la presión.
ymorales@eleconomista.com.mx