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Economía

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Reforma fiscal dejaría hasta 3 puntos del PIB de recaudación extra

En el corto plazo podría significar entre 1.6 y 1.7 puntos extra del PIB, con una combinación de impuestos nuevos y cambio de tasas, explicó el director del CIEP en un seminario organizado por el CIDE.

Una reforma tributaria, que se atreviera a tocar la tasa cero del Impuesto al Valor Agregado (IVA) así como implementar otro tipo de mecanismos, podría dejar una recaudación extra de hasta 3 puntos del Producto Interno Bruto (PIB), indicó Héctor Villarreal, director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

Durante su participación en el foro “Perspectivas Económicas y Sociales de México en el 2021 Bajo Un Entorno de Pandemia”, convocado por el CIDE, el director del CIEP explicó que si bien hay entrada para discutir los gastos fiscales, el tema que genera más polémica es la revisión a la tasa cero del IVA, la cual exenta el cobro de este gravamen a alimentos y medicinas.

“La gran discusión tiene que ver con gravar alimentos con IVA. Si se gravan, nuestra estimación es que se recaudaría entre 1.2 y 1.3 puntos del PIB, pero con problemas de regresividad”, dijo.

La propuesta para gravar alimentos se ha puesto sobre la mesa en diferentes ocasiones; sin embargo, algunas instituciones apuntan que de aplicarla, podría afectar a aquellas personas con menores ingresos, lo cual podría equilibrarse con medidas o programas sociales enfocadas a esta población.

“Espero que pasando las elecciones se discuta. Tiene que ser una discusión técnicamente muy sólida y con representación democrática. El tipo de cosas que discutamos este verano, en términos fiscales, va a tener mucho sabor de un pacto social que tiene implicaciones en muchas personas”, agregó el directivo del CIEP.

Otros instrumentos para echar andar una reforma tributaria, añadió, sería el continuar con el combate a la evasión y elusión fiscal que, al parecer de Héctor Villarreal, es la “estrellita” que se pone el gobierno de Andrés Manuel López Obrador este año.

“¿Qué tanto espacio fiscal se puede abrir aquí? Yo creo que es muy dudoso porque gran parte del esfuerzo ya se hizo, creemos que puede haber mejoras, pero serían relativamente pequeñas”.

Agregó también que otros instrumentos son el cambio de tasas o creación de impuestos nuevos, así como mejorar la recaudación subnacional a través del cobro del predial, la tenencia federalizada e impuestos verdes.

“Las reformas fiscales, a corto plazo, cuando funcionan bien dan en promedio entre 1.6 y 1.7 puntos del PIB. Una reforma tributaria, donde se implementara una combinación de estos instrumentos, difícilmente daría más de 3 puntos del PIB si estamos dispuestos a meternos con el IVA, que probablemente no. Una reforma que trabaje las otras cosas, quizás daría algo de 2% del PIB”.

FEIP y remanente

Este año el Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP) —que en el 2020 ayudó a que la caída de los ingresos no fuera tan profunda— tendrá menores recursos debido a que, a noviembre del año pasado, se utilizaron 156,700 millones de pesos, lo cual deja en el fondo alrededor de 20,000 millones de pesos.

“El no tener un FEIP sí te complicaría bastante la vida. Si nos vamos a lo que dice la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, al empezar a quedar los ingresos cortos, tendría que haber recortes. No hay mucho de dónde poder hacerlos”, dijo.

Sobre el remanente de operación del Banco de México, indicó que éste podría ser alrededor de 100,000 millones de pesos, lo cual quedaría lejos de los 500,000 millones que se estimaron en un inicio, en los periodos de depreciación del peso frente al dólar.

Por otro lado, agregó que existen problemas en el gasto público. El primero de ellos es Pemex, en donde se necesita una contabilidad mucho más transparente; el gasto federalizado, en donde nadie está contento; el bajo gasto en salud; y la baja inversión pública en infraestructura.

Impulso externo

Por otro lado, Jessica Roldán, economista en Jefe de Finamex, indicó que los apoyos fiscales en Estados Unidos darán un impulso externo a México.

“El apoyo a los hogares incrementa el consumo de bienes en Estados Unidos y, por ende, la exportación que podemos tener hacia ellos y, por el otro lado, está el tema de las remesas. Vimos este fenómeno el año pasado en que parte de las transferencias de ayudas a los hogares podrían estar permeando a México a través de las remesas y esperamos que siga sucediendo”, añadió.

En este sentido, apuntó que el reto más importante es el interno. “El consumo, la inversión fija, están creciendo a tasas bajas”.

Para este año, Finamex espera que México tenga un crecimiento del PIB de 3.5%, mientras que para el 2022 espera que la tasa desacelere a 2.5 por ciento. Advierten que el crecimiento del país dependerá mucho de la evolución de la pandemia y de una eficiente estrategia de vacunación por parte del gobierno.

ana.martinez@eleconomista.mx

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