3 pasos para dejar de ser un líder tóxico y mejorar la gestión

Cada vez hay una mayor conciencia por parte de las empresas en combatir y erradicar el liderazgo tóxico, principalmente las nuevas generaciones han demostrado que no están dispuestas a tolerarlo y no les da miedo denunciarlo, por esta razón, las organizaciones hacen un esfuerzo considerable para que sus líderes puedan crear un ambiente laboral sano.

Algunos casos de liderazgo tóxico se han vuelto virales al ser grabados en audio o video y parte de las medidas que las empresas han tomado es separar de sus cargos a aquellos líderes involucrados, dejando claro que como organización no toleran ese tipo tratos y comportamientos, pero ¿qué pasa con esas personas que son despedidas?

Al final del día son personas que necesitan seguir trabajando y aunque se hayan equivocado en su gestión, merecen una segunda oportunidad, en esa, o en otra empresa, además que en muchos casos son profesionales con capacidades técnicas importantes dentro de su industria, pero que sus habilidades blandas no están desarrolladas.

Así mismo, antes de señalar únicamente a los líderes que tienen una gestión tóxica, las empresas deben de ser las primeras en analizar si el negocio tiene la cultura organizacional adecuada para mantener un ambiente laboral de bienestar para todos los equipos.

“El primer paso es que las empresas generen una conciencia respecto a la cultura organizacional que tienen y si esta se transmite de la forma adecuada, porque si tienen un liderazgo tóxico, es porque su misión, visión y valores no tienen el impacto que deberían, y ahí tienen que analizar que han hecho o qué dejaron de hacer para no tener una gestión más humana”, indicó Rodolfo Tuñón, fundador y director general de Mesa Consultores.

¿Cómo reinventarse?

Una vez que las consecuencias del liderazgo tóxico llegan, el primer paso para cambiarlo y reinventarse como profesional es aceptando que la gestión es deficiente y que las cosas no se pueden ejecutar de esa forma.

Lo primero que debe de hacer un líder para cambiar los aspectos negativos de su gestión es crear una conciencia de sus acciones y con ello, aceptar que está haciendo mal las cosas, se dice sencillo, pero puede ser un proceso muy complejo, a veces sólo llega a este punto cuando las consecuencias son mayores, como lo es un despido”, comentó Mario Rizo encargado de la oficina en Guadalajara de Salles Sainz Grant Thornton.

El segundo paso para dejar de ser un líder tóxico es pedir ayuda, en este sentido, Adolfo Tuñón explicó que este proceso es de una transformación integral que no se puede hacer de forma solitaria, para ello se requiere de profesionales que orienten y ayuden a corregir esa actitud.

“A partir de la ayuda psicológica los líderes pueden aprender a manejar sus emociones, porque a través de ellas somo capaces de conectar con el equipo, de ser empáticos, generar confianza e ir encontrando los resultados que se buscan, esto abre la puerta a una inteligencia emocional que les dará la oportunidad de mejorar sus gestiones y claro, darse cuenta de que no están solos, hay talleres, hay coaches que pueden orientarlos en todo momento”, platicó Tuñón.

Los expertos coincidieron que el tercer paso para dejar atrás el liderazgo tóxico es dándose cuenta de que los modelos impositivos y autoritarios que en algún momento funcionaron se han quedado atrás y deben adaptar sus gestiones a las necesidades y motivaciones de las nuevas generaciones, además de saberse adaptar a la industria y a las personas con las que se relacionan.

Deben estudiar cómo operan las nuevas generaciones, cuáles son sus intereses, cómo se formaron y no verlos como algo equivocado, hay veces que intentan descalificarlos y eso no genera nada positivo, hay que aprender a entenderlos e intentar explotar sus virtudes y tener claro que como líderes somos nosotros quienes debemos cambiar la mentalidad y transformarnos para tener una gestión más humana”, finalizó Tuñón.