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La administración en los tiempos de Covid-19
Así como en la novela de Gabriel García Márquez, el amor subsiste a través del tiempo, la administración de las entidades debe continuar y subsistir al tiempo y a cualquier adversidad.
Así como en la novela de Gabriel García Márquez, el amor subsiste a través del tiempo, la administración de las entidades debe continuar y subsistir al tiempo y a cualquier adversidad.
En enero pasado cumplí 61 años, y ahora el día 2 del presente, cumplí 41 años de haber empezado a ejercer en el ámbito de la contabilidad, impuestos, auditoría y diseño de procesos administrativos y de control interno.
Es ese tiempo, desde que estoy consiente de el entrono en el que vivo, han pasado las administraciones de Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Alvarez, José Lopez Portillo, Miguel de la Madrid Hurtado, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quezada, Felipe Calderón Hinojosa, Enrique Peña Nieto y nuestro actual presidente Andrés Manuel López Obrador. También tengo referencias por las pláticas de mis padres y sus amigos de los presidentes anteriores, Adolfo López Mateos, Adolfo Ruiz Cortines, Miguel Alemán Valdés, Manuel Ávila Camacho y Lázaro Cardenas del Río.
Todo esto viene a colación, por que en todos esos períodos ha habido confrontaciones sociales, decisiones gubernamentales controvertidas, grandes y pequeñas crisis económicas, corrupción, problemas de criminalidad, etc. Hoy en día me pueden decir que esos problemas hoy son más grandes que nunca, en realidad en todos esos momentos siempre pensamos y sentimos lo mismo.
Hace unos meses, en reunión con amigos, le comentaba, que la humanidad en los últimos 3,500 años, que corresponde más o menos a la historia documentada por escrito, hemos avanzado más que evolucionado.
Si nos remontamos a los más antiguos escritos sumerios, observaremos que el conflicto entre diferentes pueblos por, más que la dominancia, la posesión de la riqueza del otro, los conflictos entre gobernantes y gobernados, la corrupción y la criminalidad, siguen siendo básicamente los mismos, nada más que ahora en lugar de arcos y flechas, nos matamos con armas sofisticadas de alta tecnología, todo eso condimentado con creencias religiosas y mitológicas para justificar las acciones contra él otro; y al final, todo lo documentamos antiguamente en tablillas de arcilla con escritura cuneiforme, ahora en lenguaje binario corriendo a través de lo que le llamamos el ciber espacio, es decir la interconexión entre todos nuestros dispositivos electrónicos.
Hoy nos movemos en vehículos que pueden recorrer miles de kilómetros en cuestión de horas, antes tenían que pasar años y generaciones para recorrer desde el golfo Pérsico en el sur de Irak hasta Israel (aproximadamente 1,300 kilómetros en línea recta, es decir desde Ciudad de México hasta Chihuahua).
Sin embargo, como mencionaba arriba, la humanidad también ha avanzado para bien, sobre todo en desarrollo tecnológico que nos permite: mejoras en nuestra salud por los avances en la medicina, tener nuevos y mejores materiales por los avances en la química, el desarrollo de maquinaria que nos permite producir bienes en mayor volumen y mejor calidad, la mejor movilidad y comunicación.
Ese avance ha sido posible por que ha habido en todos esos procesos y altibajos culturales una gestión administrativa, si se quiere burocrática, pero que ha permitido documentar y guardar todos los registros de los principales eventos de nuestro andar por este pequeño globo azul que le llamamos tierra y que al final es el hogar más probable para más de 7,674 millones de habitantes (en 2019 según datos del Banco Mundial).
La función de la administración tanto pública como privada, a todos los niveles es gobernar o ejercer la autoridad sobre las personas para organizar, disponer, ordenar, distribuir y preservar los recursos financieros, materiales y humanos para cumplir un propósito, que es lograr un beneficio a todos los involucrados.