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A mayo, consumo privado crece a su ritmo más débil de una década
Se trata también del comportamiento más endeble para un primer año de sexenio desde el mandato de Ernesto Zedillo; lastra al indicador el desplome en el consumo de bienes duraderos.
Al mes de mayo, el consumo privado en México muestra su comportamiento más débil para cualquier año desde la crisis del 2009. En cifras originales tuvo un avance de apenas 1%, muy por debajo de la expansión de 2.6% observada en el mismo periodo, pero del 2018, de acuerdo con información divulgada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En el 2009, año de la mayor crisis financiera global desde la que diera lugar a la Gran Depresión de 1929, el consumo privado —que representa alrededor de dos terceras partes del Producto Interno Bruto— mostraba un retroceso de 8.8% a mayo.
El indicador, que mide el gasto de los hogares mexicanos en bienes y servicios, muestra también su mayor debilidad para un primer año de sexenio desde el mandato de Ernesto Zedillo (1994-2000), pues en 1995 el consumo privado durante los primeros cinco meses del año mostraba una contracción de 2.5 por ciento. Las tasas de expansión observadas durante los años 2001, 2007 y 2013, primeros años de mandato de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña, respectivamente, fueron de 3.7, 3.1 y 1.7 por ciento. Cabe destacar que Ernesto Zedillo y Vicente Fox enfrentaron crisis económicas durante sus primeros años de gobierno.
De acuerdo con cifras desestacionalizadas, durante el quinto mes del año, el gasto de los hogares avanzó apenas 0.3%, lo que representó una desaceleración después del incremento de 1.2% observado en abril. En términos mensuales, el indicador retrocedió 0.2 por ciento.
Al considerar el origen de los bienes de consumo, el gasto en productos nacionales avanzó 0.4% y el gasto en productos importados creció 0.7 por ciento.
Por tipo de bienes y en cifras originales (en este nivel de desagregación el Inegi sólo reporta las cifras originales), la evolución del consumo privado estuvo lastrada por el desempeño del gasto en bienes duraderos, como automóviles, muebles, joyas, electrónicos, etcétera.
Según el origen de este tipo de bienes, la mayor caída en el gasto fue la de los nacionales (-13.3%), seguida por los importados (-6.4 por ciento).
En consonancia con lo anterior, durante mayo las ventas de automóviles nuevos hilaron cuatro meses en contracción con un descenso de 11.2%, en buena medida debido a un incremento de los rechazos en las solicitudes de crédito por un deterioro de la capacidad de pago de los consumidores, explicó en su momento la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores. Paralelamente, la confianza del consumidor cayó por tercer mes consecutivo durante mayo. El indicador que la mide tuvo un retroceso de 1.3 puntos a 44.5 puntos, su nivel más bajo desde diciembre del 2018.
También, durante el mes se acentuó la desaceleración en el ritmo de creación de empleos formales, con una caída de 88.3% en el número de altas laborales registradas ante el Instituto Mexicano del Seguro Social, que fue de apenas 3,983 trabajadores.
En un reporte, Scotiabank confirmó su perspectiva de un comportamiento menos vigoroso del consumo interno en lo que resta del año, “ante una actitud de mayor cautela por parte de los consumidores, derivada de la incertidumbre que prevalece en el entorno político y económico, así como por una menor fortaleza que han venido exhibiendo el mercado laboral y el crédito al consumo”.
Por su parte, Citibanamex añadió que el entorno de tasas de interés persistentemente altas “debería reflejarse en un crecimiento modesto del consumo este año”, a pesar del crecimiento de los salarios y las sólidas cifras de remesas en lo que va del año.
Este banco pronosticó que, al cierre del 2019, el consumo privado crecerá 1.2%, lo que representaría poco más de la mitad de la expansión de 2.2% que mostró en el 2018.