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Actividad industrial rompe racha ganadora y perfila flojo cierre del 2023
En noviembre el índice de actividad se contrajo 1% y puso fin a ocho meses de avances; en el año el saldo sigue siendo positivo, pero con una perceptible desaceleración durante la segunda mitad del 2023.
Con su destino a la vista, el tren de la construcción de obras públicas redujo su apresurada marcha hacia el cierre del 2023 y, en combinación con una menor obra privada, lastró la actividad industrial de México.
En noviembre del año pasado, el índice que mide las labores del sector secundario del país se redujo 1% en comparación con octubre, con lo que rompió una racha de ocho meses de expansiones, de acuerdo con datos dados a conocer este jueves por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
La caída del Indicador Mensual de la Actividad Industrial (IMAI) fue, además, la más pronunciada desde el descalabro de 2.5% que experimentó en septiembre del 2021.
Detrás del descenso está la caída de los cuatro grandes subíndices de actividad que componen el indicador: minería, servicios públicos (electricidad, gas y agua), construcción y manufactura.
Sin embargo, es en el sector del ladrillo y la cuchara —el segundo en importancia al interior del IMAI— donde se observó el mayor tropiezo: un decremento de 2.9%, apuntalado por una caída de 4% en las obras de edificación (más relacionadas con el sector privado) y por otra de 1% en el ramo de obras de ingeniería civil (vinculadas principalmente a la obra pública).
La actividad minera se contrajo, a su vez, 1.4%, la de los servicios públicos lo hizo 0.4% y las labores de manufactura —la columna vertebral del IMAI— se contrajeron 0.5 por ciento.
En su comparativo anual, la actividad industrial fue 3% superior en noviembre e hiló 33 meses de expansiones, aunque el avance significó una desaceleración respecto del salto de 5% de octubre.
Construcción pierde ímpetu
A lo largo del año, la construcción y, marcadamente, la de obras de ingeniería civil han sido el componente más dinámico de la actividad industrial.
De enero a noviembre, el IMAI acumula un avance de 3.8% y, a su interior, el componente de construcción marca un paso de 15.4 por ciento.
Las obras de ingeniería civil, en donde se incluyen proyectos como el Tren Maya, la conclusión del Tren Interurbano México-Toluca, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) o la ampliación del Tren Suburbano al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), registran un espectacular crecimiento de 79.1 por ciento.
Sin embargo, el grueso de ese crecimiento se observó durante el primer semestre del 2023, ya que, de junio a noviembre, este subíndice de actividad se ha contraído, de hecho, 9.7 por ciento.
De modo que el avance de la actividad constructiva global entre junio y noviembre se ha explicado principalmente por el segmento de edificación, que ha crecido 4.4% en esos cinco meses.
La pérdida de momentum de la obra pública coincide con el avance de las obras insignia del gobierno federal hacia sus últimas etapas constructivas.
En septiembre, por ejemplo, se inauguró la primera fase del Tren Interurbano México-Toluca y también empezaron las pruebas dinámicas del tren del CIIT.
Para noviembre se afinaban también los últimos detalles del Tren Maya, cuyas dos primeras etapas fueron inauguradas por el presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado mes de diciembre.
Manufactura se estanca
Por su parte, la actividad fabril, la más importante en la industria nacional, ha tenido un crecimiento por debajo del desempeño sectorial general, con un avance a noviembre de 1.3%, casi un tercio del avance del IMAI.
De los 21 subíndices de actividad que la conforman, apenas siete registran avances, sin embargo, entre ellos figuran algunos de gran peso, como el de la manufactura de equipo de transporte, que a noviembre creció 10 por ciento.
En ese renglón se incluye el ensamble de automóviles ligeros y pesados, que ha tenido un desempeño notable.
Una historia muy distinta es la que cuentan industrias como la de la madera, la de insumos textiles o de la confección, que en el mismo período muestran contracciones de 11%, 9.4% y 9.8%, respectivamente.
Por debajo de lo esperado
Otro ángulo negativo: considerando cifras originales, la actividad industrial creció 2.8%, cifra que quedó por debajo del avance de 4.9% que esperaba el consenso del mercado.
“Pensamos que el resultado resintió algunos puntos coyunturales más adversos, destacando: (1) Cierta debilidad en el sector en EE. UU., con el sector automotriz, reiniciando operaciones tras la huelga en las tres principales armadoras de dicho país; (2) cierta incertidumbre sobre el desempeño en otras regiones (e.g. China y Eurozona); y (3) la desaceleración en algunos proyectos de construcción conforme se acercaba el fin del año”, dijo el Grupo Financiero Banorte en un reporte.
Sin embargo, estimó que el panorama de la industria no puede calificarse de negativo pues, si bien se observa una pausa en la actividad de construcción por el ramo de obras públicas, esto debería cambiar en el 2024, en medio del mayor gasto previsto por el gobierno.
“Creemos que el desempeño del sector en la 1ª mitad del 2024 seguirá apuntalado por la construcción –principalmente por los esfuerzos para terminar los proyectos prioritarios–, aunque no descartamos que una mayor resiliencia en EE. UU. pueda brindar cierto apoyo a las manufacturas”, remató.