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Argentina, un desafío de telecom para Movistar, Slim y Martínez
El grupo español Telefónica y los mexicanos que controlan las marcas Claro y Telecom-Personal ya padecen los efectos de la depreciación del peso argentino que en lo que va del año se coloca en 39.80 pesos por unidad, muy lejos de las 18.59 unidades en que cerró la paridad cambiaria en el último día de 2017.
Argentina sufre un atasco financiero al que se le ven pocas y no muy buenas salidas. El país carece de dólares y los que están llegando por un préstamo del Fondo Monetario Internacional, aprobado en junio, parecieran no ser suficientes para los compromisos de una nación agroexportadora a la que además este año el verano austral golpeó con inundaciones y sequías en las cosechas que más divisas le generan; esos fenómenos naturales fueron los peores para el campo argentino en 70 años, suponen pérdidas por más de 6,000 millones de dólares y por eso es que la moneda celeste también ha caído.
La Casa Rosada intenta calmar a los mercados con escasos argumentos de que la situación económica mejorará, aunque en la práctica los argentinos ya viven en una recesión que este año contraerá en 1% el PIB del país. Estimaciones conservadoras del gobierno y de distintas agencias calificadoras apuntan a que Argentina cerrará el 2018 con una inflación de 24.5% y una deuda equivalente al 82% de su producto interno bruto.
En lo que va de 2018, hasta este 12 de septiembre, el peso argentino liga una depreciación anual acumulada del 105.44% y de 34.36% para agosto, el mes en que la moneda sufrió un severo bandazo que la llevó de los 27.39 a los 39.80 pesos por dólar. La divisa argentina cotizaba este miércoles al mayoreo en un promedio de 38.20 pesos por dólar, una depreciación de 0.69% frente al resultado del martes y muy lejos de los 18.59 unidades por billete verde en que cerró el último día hábil de 2017.
Los argentinos y las empresas que operan en el país saben que habrá impactos para sus carteras y a dos semanas de que acabe el tercer trimestre del año todos se preguntan de qué tamaño serán las huellas que dejó la depreciación del peso argentino en el último mes, en el acumulado anual y de qué manera responderán al nuevo escenario económico-financiero en lo que resta de 2018 y de cara a los siguientes años.
Los bandazos del peso argentino, una alerta para las telecom
El bamboleo del peso argentino en el año y la inestabilidad económica que arrastra el país sudamericano desde la era Kirchner y acentuada en el gobierno Macrista complica los planes para las empresas de todos los sectores.
En telecomunicaciones, las compañías estarán obligadas a detener o redefinir inversiones, ante el hecho, por ejemplo, de que las compras de componentes se hacen en dólares y que los servicios se cobran en depreciados pesos. Es posible que las innovaciones como el arribo de tecnologías en masa como el 5G o el Internet de las cosas (IoT) se retrasen un tiempo; que los fabricantes piensen en nuevo créditos y que además no haya el suficiente ánimo de las operadoras móviles por entrar a competir en la televisión satelital, además de que muy seguramente el Legislativo local tampoco tendrá tiempo para discutir sobre ello ante la obligación que ya tienen de que en los próximos días deben empezar a estudiar y luego aprobar un ajustado presupuesto anual para el 2019.
Habrá en el sector quien, por su lado, defina de una buena vez sus intenciones de llevar a Bolsa a su filial argentina para levantar liquidez y otros más sopesarán si es conveniente dejar que su marca argentina opere con su propio flujo o si por el contrario es mejor perfilar un crédito desde su matriz, pero nunca dejar al garete a esa operación, pues en telecom, Argentina es un mercado que todavía tiene mucho por ofrecer, dicen especialistas:
“En Argentina el tema de la depreciación va impactar a todas las empresas del sector y los primeros que se pondrán en observación serán los balances de ingresos y los planes de inversión inmediata. Eso es así. Si al gobierno se le está complicando conseguir dólares afuera, mucho más será para una empresa privada y si encuentran un prestador, ¿a qué costo y a qué tasa de interés? Quién apostará y de qué manera en la Argentina es la cuestión que se tiene que seguir”, dice Juan Gnius, analista en la firma argentina Telracom.
“Argentina es, sin duda, uno de los mercados más importantes en América Latina: tiene a una buena parte de los usuarios con más consumo en datos, una teledensidad de más de 140 dispositivos por cada 100 habitantes; una infraestructura y unas redes de 4G de las más extendidas en la región y un usuario que además está entre los más educados y por ello es potencial cliente de prácticamente todos los servicios. Todo ello ya les ha dado resultado a los operadores, pero esta depreciación, que en un sentido figurado es como 'un impuesto injusto', le está quitando valor a la operación de las empresas. Habrá impactos, eso es seguro; la duda está en cómo responderá cada empresa”, acompaña en un comentario desde California, Jorge Fernando Negrete, especialista en Mediatelecom Policy & Law.
AMX, Movistar y Telecom viven una Argentina diferente
Medido en euros, Movistar Argentina ya reportó negativos a Telefónica en todo el primer semestre del año. En el periodo, el importe neto de todo su negocio cayó 18.7%; 17.1% en el negocio móvil y 21.8% en el negocio fijo. El OIBDA de Movistar en Argentina también descendió 8.7% entre enero y junio y el Capex para esos meses bajó 14.4 por ciento. El ARPU en fijos de la empresa en el país austral también cayó de 9.5 a 8.4 euros entre junio de 2017 y junio de 2018 y en cuanto el móvil, este descendió de 8.7 a 7.5 euros.
Con América Móvil otro es el escenario. Para esta empresa y para el segundo trimestre del año, el más actualizado, sus ingresos totales subieron 28.7%; sus ingresos celulares lo hicieron en 28% y su EBITDA creció en 30.6% y tuvo además una utilidad en 29.9% superior a la de un año antes. El ARPU de AMX, medido en pesos argentinos, creció 37.0% entre abril y junio, pero con todo eso, América Móvil avisó en un reporte financiero que “la tasa de crecimiento de los ingresos por servicios (…) se ha desacelerado en los últimos cuatro trimestres debido a que las condiciones económicas en Argentina que afectan el consumo”.
Telecom, propiedad del financiero mexicano David Martínez que años atrás ingresó al mercado móvil argentino y que recientemente fusionó a su empresa con otras del Grupo Clarín, reporta una pérdida de 166 millones de dólares, también por causa del panorama económico argentino. La cifra contrasta con la rentabilidad lograda a mitad de 2017 que la llevó a planificar nuevos despliegues de redes 4G, aunque ese año lo cerró con pasivos por más de 592 millones de dólares. Hace unos días, Telecom firmó un acuerdo con Vodafone, según Telesemana, para desarrollar nuevas estrategias de negocio que expandan su cartera de clientes, pero los resultados del actual trimestre podrían complicar esos planes.
“En el caso de Telecom ha tenido un mal segundo trimestre y se le complicó con la colocación de un bono por 1,000 millones de dólares… Movistar ya trae una deuda global de la que no ha podido desprenderse y América Móvil también tiene su historia y tendrá que decidir si le hace un préstamo a su filial local o si le dice 'tu operación ya me está afectando los balances y mis accionistas no quieren que meta dinero allí, así que inviértanle con lo que generen ustedes'. Las tres tienen escenarios complicados, eso es seguro”, cuenta Gnius, de Telracom.
Telefónica lleva más de un año intentando llevar a su marca local al Merval de Buenos Aires. En abril lo intentó y también en junio; quiso buscar 1,000 millones de dólares para expandir a Movistar Argentina y así enfrentar a Clarín-Telecom que antes anunciaron 5,000 millones de dólares para su propio negocio, pero que tampoco se sabe cómo irán esas inversiones ante el desplome del peso argentino.
AMX anunció en el año inversiones por 8,000 millones de dólares y el grueso de ese dinero iría a México, Brasil y Argentina; allí, este holding ya tiene habilitada la posibilidad junto con Personal de Telecom y Movistar para vender servicios de TV de paga por cable, pero a la empresa le interesaba más por vía satelital y por ello modificó sus estatutos y la autoridad reguladora se lo aprobó en 2017.
“En estos momentos, como está la situación, podríamos pensar por los números que AMX estaría en una mejor posición que Movistar y Telecom, pero lo cierto es que el entorno económico pega a todos. Por ejemplo, una utilidad de 29% que haya conseguido AMX en el segundo trimestre se diluye con una depreciación del 35% para el peso sólo en agosto”, explica Negrete Pacheco, de Mediatelecom. “Este panorama afecta la competitividad y aunque las empresas hagan todo para ser eficientes, se vuelven poco rentables y por eso cabe el hecho de que tengan que recurrir a sus matrices, que, por lo que ocurre en otros mercados, tampoco están bien del todo”.