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Club El Economista celebra su 22 aniversario en Spuntino Coyoacán

Nordés Gin y restaurante Spuntino sorprendieron a los suscriptores de El Economista. A través de una cata y una cuidadosa selección de alimentos, lograron una exquisita propuesta gastronómica que resultó en una experiencia sensorial que deleitó a todos los participantes.

Cada año, Club El Economista reúne a algunos de sus suscriptores para celebrar su aniversario. En esta ocasión, el festejo se realizó el pasado viernes 24 de noviembre en el recién inaugurado restaurante de Grupo Malazzo, Spuntino Coyoacán, ubicado en el centro comercial Cielo Abierto.

Destacado por su comida Ítalo Argentina, el restaurante se ha caracterizado por ofrecer una amplia variedad de alimentos para sus comensales, desde pastas elaboradas artesanalmente, hasta comida tradicional argentina y cortes de carne importados.

Cóctel de bienvenida: gin-tonic Nordés

A las 19:30 horas del viernes, los suscriptores fueron recibidos con un coctel de bienvenida elaborado con ginebra Nordés. Leandro D'Addario, director de marca de Osborne en México, empresa con 250 años de historia reconocida por su producción de brandis y vinos de jerez, explicó que recientemente incorporaron dicha ginebra procedente de Galicia, España, muy característica por sus sabores frescos y suaves, pues reveló que está elaborada con uva albariño.

En su intervención, detalló cómo elaborar el gin-tonic perfecto, se debe servir en un vaso ancho con mucho hielo, 5 cl. de ginebra Nordés, 20 cl. de agua tónica, y decorar con 3 uvas blancas, pues las uvas, refuerzan los matices del albariño presentes en la ginebra.

Asimismo, recordó que, por sus características, ginebra Nordés marida muy bien con alimentos elaborados principalmente con pulpo, pescados y mariscos.

Experiencia culinaria a cargo de restaurante Spuntino

Una vez empezada la celebración, el restaurante Spuntino junto al chef corporativo de Grupo Malazzo, Álvaro Ramírez Montes, ofrecieron un menú de tres tiempos, que, sin duda, cautivó a los suscriptores por la calidad y sabor insuperable de los platillos.

En el primer tiempo, el chef presentó una tostada de láminas de atún marinado y sellado, sobre una base de mayonesa y adornado con aguacate, que hizo maridaje perfecto con el vino Montecillo Rosé, elaborado de 75% uvas tempranillo y 25% grenache, característico por su color rosa durazno aromas cítricos y sabores frescos.

Durante el segundo tiempo, Álvaro Ramírez, precisó que el platillo consistía en un montadito de pan campesino artesanal tostado, acompañado en su base con salsa especial de tomate y una mezcla de quesos maasdam y provoleta argentina, cargado con una explosión de orégano y aceite de ajo caramelizado sin azúcar. Este plato se complementó perfectamente con un vino Prado Rey Crianza, que destacaba por sus sabores maduros y taninos redondos, realzando así los sabores de la salsa y los quesos de alta calidad.

En el tercer tiempo, para acompañar a uno de los platillos insignia de la casa, la empanada tradicional argentina, elaborada con su receta original de carne salteada con especias, fue servida junto a un vino tinto LAN Reserva. De acuerdo con los comentarios de los suscriptores, esta combinación fue considerada una de las mejores empanadas que hayan probado.

Finalmente, para culminar la experiencia gastronómica, Leandro D'Addario, representante de Grupo Osborne, cerró el menú degustación con un vino de Jerez. Este vino, reconocido por su sabor complejo y poco conocido, es habitual en la coctelería de alta gama y se destaca por su maridaje excepcional con jamones ibéricos y postres de chocolate. En esta ocasión, se sirvió acompañado de un delicioso pastel de chocolate.

Uriel Ángeles, suscriptor desde hace tres años, recomendó formar parte de Club El Economista, pues destacó que además del acceso a las noticias e información, las invitaciones a eventos que les regalan son un plus para aprender, convivir y descubrir nuevas cosas.

Por otra parte, Montserrat Martínez, esposa de uno de sus suscriptores, agradeció la invitación, pues los vinos, el jerez y los alimentos, destacó que fueron muy buenos, por lo que recomendó suscribirse y visitar el restaurante Spuntino.

Si te gustaría vivir estas experiencias, no olvides suscribirte a Club El Economista, donde también encontrarás increíbles descuentos en actividades recreativas, restaurantes, salud, e invitaciones a teatros, conciertos y eventos culturales.

¡Hasta la próxima!

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