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El sector telecom está sólido, pero la inversión está estancada: IFT
La industria pasó la prueba de estrés que generó la pandemia por el Covid-19 y puede ser un factor para el repunte de toda la economía, pero se debe reactivar el gasto en capital. “Preocupan las decisiones de Telefónica y AT&T”, reconoce el presidente interino.
“Hay un estancamiento de la inversión en Telecomunicaciones, esto había quedado claro antes de la pandemia”, dice Adolfo Cuevas Teja, presidente interino del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). “Hemos recibido señales preocupantes, destacan la devolución de espectro por Telefónica, que parece que se transformará en un operador virtual y la caída de inversión en AT&T. Esto contrasta con la robustez del agente económico preponderante, América Movil... que se traduce en un estancamiento de la competencia y una concentración de ingresos en su favor”.
El estado de salud de la competencia en telecomunicaciones es algo que impacta a la economía en su conjunto, argumenta Cuevas, “las telecomunicaciones son como el sistema nervioso del cuerpo económico. En la medida en que hay más competencia, se vuelve más competitivo y ayuda a que la economía sea más competitiva”. El comisionado presidente ofrece cifras para fundamentar su afirmación. El índice de precios al consumidor aumentó 30%, entre el 2014 y el 2019. En el mismo periodo, el índice de precios del sector telecomunicaciones bajó 25 por ciento. Los ahorros acumulados implicaron una transferencia a los consumidores del orden de los 400,000 millones de pesos. “La baja de precios se dio en un contexto en el que mejoró la calidad del servicio”.
Es una preocupación y una prioridad para el IFT generar las condiciones para revertir esta baja en la inversión. “En el segundo semestre, nos toca revisar el marco regulatorio. Se trata de propiciar una competencia justa, con cancha pareja, para ello se requiere un entendimiento de lo que puede hacer el regulador, pero también de sus límites”, dice Cuevas, que lleva un cuarto de siglo trabajando en la regulación de telecomunicaciones. Hace una reflexión sobre uno de los principales retos del regulador. “Al IFT le toca cuidar que la regulación asimétrica sirva para frenar cualquier tipo de acción u omisión que sea lesiva a la competencia por parte del preponderante. Es crucial que la infraestructura que debe compartir el preponderante sea a precios justos con criterios técnicos”.
Además de la revisión del marco regulatorio para reactivar la inversión y la competencia, Adolfo Cuevas plantea que la segunda gran área de oportunidad para el IFT está en la construcción de una agenda de recuperación económica transversal, donde se aprovechen las fortalezas del sector de telecomunicaciones en favor de otros sectores, “en estos días de confinamiento, las telecomunicaciones superaron todas las pruebas. La demanda de servicios creció muchísimo y no hubo disrupciones significativas. Ayudó mucho que empresas como Google y Netflix nos trasmitieron sus experiencias en Italia y España... hemos visto un boom del comercio digital y de los servicios financieros tecnológicos. Esto se explica, entre otras cosas, porque las empresas de telecomunicaciones están en un excelente estado de salud tecnológico. Además, En los últimos seis años triplicamos el espectro disponible”.
“La recuperación pasa por la inclusión digital”, afirma el presidente del IFT. “La supervivencia de las mipymes depende en gran medida de que estén conectadas a internet y sepan aprovechar sus posibilidades. Una buena noticia es que ha crecido significativamente el porcentaje de empresas que están conectadas... Estarán mejor los que aprendan a vivir y trabajar a través de lo digital. Esto tiene que ver también con lo que viene con el 5G, autos conectados, internet de las cosas...”
El IFT realizará durante agosto y septiembre un foro de trabajo con la industria y con representantes del legislativo y otras oficinas de gobierno, entre ellas la de Estrategia Digital Nacional y la Subsecretaría de Telecomunicaciones de SCT. “Un ejemplo de lo que podemos hacer es revisar el valor del espectro. Si corregimos por paridad de compra en México es entre 30 y 40% más caro que en otros países. En otros países, se han desarrollado esquemas en los que parte de ese cobro se puede acreditar contra inversión en zonas no atendidas, aunque es una decisión que corresponde al Congreso con la opinión de Hacienda”.
El IFT parte de dos premisas: la primera es que el de las telecomunicaciones es un sector sólido que no deja de crecer y que puede contribuir a la pronta recuperación del país. La segunda es que la pandemia ha generado una alta valoración de los servicios de telecomunicaciones. Podemos decir que todos, en los hogares y empresas, se han vuelto conscientes de que tienen una saludable dependencia de las telecomunicaciones”, concluye Adolfo Cuevas.