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Las ciudades buscan volverse más “Smart”
“Las Ciudades Inteligentes pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de sus habitantes”
Las fronteras tradicionales están desapareciendo, si uno observa una imagen del planeta tierra de noche, resulta muy difícil distinguir a simple vista un país del otro; sin embargo, las mega ciudades de Asia, Europa y Norteamérica son fáciles de identificar.
Actualmente, más de la mitad de la población mundial (55%) vive en áreas urbanas, y se estima que para el año 2050, este porcentaje llegue al 70%. América Latina y el Caribe, pasaron de un 42% en 1950 a un 80% en 2010; mientras que México paso del 43% al 78% en el mismo periodo, según datos del Inegi.
El incremento en la población, y la tendencia hacia la concentración urbana, supone grandes retos de planificación, gestión y gobernabilidad para las ciudades. La capacidad de las mismas para atender las necesidades de su población en infraestructura, saneamiento, transporte, energía, vivienda, seguridad, empleo, salud y educación se verá cada vez más estresada.
Para hacer frente a dichos retos, las ciudades buscan volverse más “Smart” (Inteligente), modificando sus estructuras de gobierno, así como sus procesos de comunicación y participación, implementando tecnología que permita conectar ciudadanos, empresas y gobierno. La información generada y recopilada puede ayudar a los gobiernos a mejorar la toma de decisiones y aumentar su eficiencia.
Las ciudades que han aprovechado estas tecnologías y realizan su planeación con un enfoque inteligente, han logrado mejoras en el estilo de vida de los ciudadanos y ahorros económicos ligados a eficiencias operativas.
Ahorros operativos en gastos de energía, disminución de pérdidas en agua, reducción en tiempos de desplazamiento de transporte, son algunos de los beneficios económicos derivados de iniciativas Smart. Otros beneficios pueden traducirse en la reducción del crimen, menores emisiones de carbono, mejoras en la salud de la población y eficiencias operativas en el gobierno al reducir tiempos de atención y la cantidad de trámites.
A continuación, se presentan algunos ejemplos de los beneficios de iniciativas de ciudades bajo una óptica Smart:
Las ciudades enfrentan diversas barreras para implementar proyectos tecnológicos que les permitan alcanzar estos beneficios.
En primer lugar, es necesario contar con una infraestructura física y digital sólida que permita implementar las soluciones tecnológicas que soporten el intercambio de datos requerido. Por ejemplo, las ciudades deben contar con infraestructura de conectividad alámbrica, inalámbrica, con bases de datos y sistemas de seguridad para la información, entre otros.
Adicionalmente, las ciudades deben contar con capacidades para asegurar el desarrollo exitoso de los proyectos:
Visión y estrategia
Considerar la incorporación de la tecnología como un pilar en la planeación estratégica de las ciudades.
Gobernabilidad
Impulsar que todas las dependencias y entidades de la ciudad trabajen de manera coordinada.
Capacidades institucionales
Contar con el personal capacitado y las herramientas tecnológicas necesarias.
Ecosistema
Desarrollar e involucrar a actores de la sociedad, industria y academia.
Marco normativo
Contar con una legislación que fomente la innovación y la adopción tecnológica.
Financiamiento
Desarrollar y promover instrumentos de financiamiento enfocados en proyectos tecnológicos.
En Mexico se han impulsado algunas iniciativas Smart, sin embargo, al no existir una visión de largo plazo, estos proyectos se han enfocado en una problemática muy puntual sin una visión global de ciudad que integre al ciudadano en el centro de los proyectos.
Para impulsar el desarrollo de ciudades inteligentes en México, se debe comenzar por definir una visión de largo plazo, definiendo las áreas prioritarias (salud, transporte, turismo, etc.) e identificar una cartera de proyectos clara y concreta. Existen diversos mecanismos de financiamiento para impulsar este tipo de proyectos, muchos que pueden ser incluso autofinanciables cuando se estructuran tomando como parte del flujo los ahorros y eficiencias que generan.
Siempre he comparado a los países y las ciudades con empresas; y como toda empresa, se debe mantener competitiva ante las tendencias y las adaptarse a las necesidades de sus clientes, que son los ciudadanos. Decía un periodista ganador del Pulitzer que “Una ciudad no se mide por su longitud y anchura, sino por la amplitud de su visión y la altura de sus sueños”. México es un país con grandes sueños, pero también con grandes retos, y es allí donde las ciudades Inteligentes pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Eduardo de la Peña es socio de Infraestructura y Proyectos de Capital de Deloitte México.