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México está “contra la pared” en panel de maíz: especialista en protección de cultivos
Luis Eduardo González Cepeda, presidente de la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos, explicó que el decreto emitido por el Gobierno de México puso contra la pared a todas las ramas productivas, porque no sólo se tendrá que importar más maíz, ya que parte de la producción de maíz blanco se tendrá que destinar a la industria pecuaria.
El presidente de la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos (UMFFAAAC), Luis Eduardo González Cepeda, consideró que México está “contra la pared”, luego de que el gobierno de Estados Unidos recurrió al panel de controversias en el marco del capítulo 9 del T-MEC y al que se sumó el Gobierno de Canadá.
“Esta situación se originó por la inconsciencia ideológica de funcionarios radicales de la administración federal; sabemos que no podrá comprobar científicamente que el consumo del maíz transgénico o sus derivados ocasionan daño a la salud, ya que estos productos se han estado consumiendo en México desde hace más de 25 años”, expuso.
En entrevista, el especialista en protección de cultivos señaló que se ve muy complicado que México reduzca la importación de maíz procedente de Estados Unidos, ya que lejos de reducir las compras al extranjero, México cada vez depende más de ellas, al grado de que en los primeros seis meses del año el valor de las importaciones llegó a los 3,229 millones de dólares, en comparación con los 2,792 millones de dólares del primer semestre del 2022, según cifras del Sistema de Información Económica del Banco de México.
Lo anterior, “significa que la socorrida autosuficiencia alimentaria a la que se intenta llegar con las prácticas milenarias que se citan por los funcionarios radicales de la administración, no están dando los resultados que manifiestan en su discurso”, consideró.
Luis Eduardo González explicó que las importaciones representan un incremento de 437 millones de dólares, sólo en la compra de maíz grano, sin tomar en cuenta las compras de productos derivados del maíz como endulzantes o harinas finas para repostería, entre otros productos.
“La postura ideológica del ala radical que se encuentra dentro de la administración federal, es el mayor obstáculo para el desarrollo del sector rural del país, porque lejos de impulsar el desarrollo de la ciencia para incrementar la productividad, enarbolan banderas que no tienen nada que ver con el desarrollo científico y sí, con ideales que quedaron rebasados hace más de 20 años”, dijo
Ejemplo de ello, dijo, es la oposición que están ejerciendo contra el glifosato, sin tener en cuenta que estudios recientes realizados en Europa, determinaron que este herbicida no representa ningún riesgo para la salud, es decir, no es cancerígeno.
Sin embargo, “el ala radical de esta administración, porque no es todo el gobierno, tomó al glifosato como bandera, ligándolo con el maíz transgénico, sin importarles que es una herramienta tecnológica que actualmente ayuda a los campesinos y es el herbicida más eficiente que se tiene hasta el momento”.
El decreto emitido por el Gobierno de México puso contra la pared a todas las ramas productivas, porque no sólo se tendrá que importar más maíz, ya que parte de la producción de maíz blanco se tendrá que destinar a la industria pecuaria, sino que además sin el glifosato los cultivos podrían bajar su productividad hasta en un cuarenta por ciento, debido a que no se podrán combatir las malezas que los dañan.