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Por un abasto alimentario sostenible
Los productores de diferentes industrias enfrentan retos a nivel global y local que han provocado que este 2023, aún tengamos puesto el foco en la importancia del abasto de materias primas, para la disponibilidad de alimentos para el consumo humano y la correcta nutrición animal en las industrias pecuaria y acuícola.
Pasados los periodos más restrictivos de la pandemia, aún hay espirales inflacionarias como consecuencia de desajustes en el sistema agroalimentario mundial, agravadas por conflictos bélicos –principalmente el de Rusia y Ucrania–, y otros factores como el cambio climático, que ha afectado la producción de materias primas en diversas regiones del mundo: sequías o fenómenos meteorológicos como el calor o inundaciones, que también han afectado la producción de alimentos.
De este modo, la disponibilidad de alimentos se encareció -debido a la disminución de la producción de granos y fertilizantes, y por la reconfiguración de los sistemas de abasto, traslados y logística- lo que sin duda golpea a la población más pobre del país y del mundo.
Aunque en México somos autosuficientes en la producción de alimentos balanceados para la nutrición animal, el déficit nacional de las principales materias primas como lo son el maíz amarillo, el trigo, la pasta de soya y micro ingredientes como ácido fólico, entre otras, aumentan los riesgos y presiones para nuestro sector.
Por ello, uno de los retos más importantes en cuanto a la suficiencia de materias primas para la cadena de producción-comercialización de proteína de origen animal es mantener una red de proveedores regionales que permitan reducir el impacto de los fletes y garantizar la disponibilidad de insumos de calidad.
Y es que actualmente, cosechas nacionales de los granos forrajeros destinados a la producción de alimentos balanceados para animales sólo cubren el 45% de la demanda doméstica. En contraste, la producción nacional de huevo, leche y carnes crece para atender el consumo interno.
Hay otros factores en los que es indispensable que contribuya toda la industria, tal como la conservación del medio ambiente. En nuestro sector buscamos continuamente contribuir con la con la utilización de mejor tecnología para, por ejemplo, consumir menos energía en los procesos de producción y disminuir el impacto de la huella de carbono.
Finalmente, uno de los retos más importantes es duplicar la producción de carnes en 2050 y atender el consumo para más de 9.75 mil millones de habitantes, con la mejora de proceso y una producción sostenible de proteína animal para cubrir la alimentación de las familias que buscan mejorar sus dietas a base de mejores nutrientes, aún a pesar de los factores internacionales y globales.
Por ello, es indispensable que contemos con las materias primas necesarias para continuar cubriendo esta demanda a través del fortalecimiento de la producción nacional y una menor dependencia de factores externos que no está en nuestras manos, controlar.
*El autor es Director General de CONAFAB.