Pymes mexicanas en el contexto nearshoring

El esquema global nearshoring consiste en la reubicación de procesos o actividades comerciales a países geográficamente cercanos a las oficinas centrales de corporativos trasnacionales, con el fin de reducir las complejidades y los costos relacionados con la logística y de mantener un control estricto sobre la calidad y eficiencia de las cadenas productivas de sus proveedores en las nuevas regiones.

La toma de decisiones sobre la implementación de este esquema implica que el corporativo traslade una fracción o la totalidad de sus operaciones a una región próxima que cuente con la infraestructura necesaria para satisfacer sus necesidades de producción y abastecimiento. En este proceso establecerá relaciones comerciales de largo plazo con proveedores y socios locales.

Con este planteamiento, México se encuentra en una posición de gran ventaja competitiva por su proximidad con Estados Unidos y Canadá y por la calidad de su mano de obra, que ha sido reconocida a nivel internacional. Si se dan las condiciones propicias, el nearshoring puede representar una derrama económica de alrededor de 35 mil millones de dólares anuales para nuestro país, donde los sectores más atractivos para los corporativos multinacionales son manufactura pesada y de componentes electrónicos y de computación. Varias empresas globales han comenzado a migrar o a ponderar la posibilidad de trasladar sus operaciones a territorio mexicano, con la inseguridad, la violencia, la inestabilidad económica y la incertidumbre política como principales y muy lamentables puntos en contra.

La presencia física de multinacionales en México comprende el establecimiento de relaciones más cercanas y alianzas estratégicas con los proveedores nacionales, lo que generará mayores oportunidades de negocios, un incremento significativo en ofertas de empleo especializado y una derrama económica considerable que promete impulsar el desarrollo de la economía nacional. Estas nuevas relaciones ampliarán y diversificarán las redes de proveedores y las cadenas productivas, lo que brindará mayor flexibilidad en términos de suministro de productos y servicios con estrictos controles de calidad certificada. Esta condición obliga a las Pymes a invertir en su profesionalización para operar conforme a los estándares que exige el mercado global.

En pocas palabras, el nearshoring significa más clientes, más volumen de trabajo y, como consecuencia, mayor demanda de inversión para los empresarios mexicanos, la mayoría de los cuales operan con capital limitado y con escaso o nulo acceso a fuentes tradicionales de financiamiento.

Los líderes de empresas que estén convencidos de la conveniencia de participar en el nearshoring deben saber que existen diversas opciones para obtener el financiamiento y la liquidez que necesitan para mantener e incrementar sus ciclos operativos conforme a las demandas de sus clientes internacionales. Las principales son:

• Inversión de capital: muchos inversionistas están interesados en incrementar su riqueza mediante la inversión de su dinero en proyectos productivos. Las Pymes pueden establecer acuerdos con ellos para financiar el incremento de sus operaciones en su incorporación al nearshoring. Demostrar la solidez de sus proyectos, su rentabilidad, su honorabilidad y su potencial de crecimiento será la condición indispensable para que el inversionista acceda a participar en este esquema, que puede involucrarlos en las actividades y decisiones diarias como integrantes del consejo directivo o solamente como proveedores de capital a cambio de rendimientos.
• Apoyos gubernamentales: los gobiernos de algunos países han diseñado programas específicos para ofrecer apoyo financiero a las empresas que desean participar en el nearshoring con el objetivo de impulsar la economía nacional, ampliar el rango de sus actividades productivas y consolidar su presencia en el mercado global. Muchos de estos programas se enmarcan en los tratados comerciales que esas naciones han establecido con otras. De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), México tiene doce tratados de libre comercio con 46 países. Entre ellos destacan el TLCAN, con Estados Unidos y Canadá, el TLCUEM, con la Unión Europea y el TTP, con otros nueve países bañados por el Océano Pacífico.
• Préstamos bancarios: la mayoría de las instituciones financieras ofrecen programas de apoyos financieros para empresas de todas las dimensiones en sus esfuerzos de expansión hacia el nearshoring, aunque no suelen ser tan accesibles en sus requisitos de apertura de líneas de crédito o financiamiento empresarial.
• Instituciones financieras no tradicionales, también llamadas Fintech: enfocadas en proyectos de inversión y financiamiento para impulsar el desarrollo de las Pymes, las Fintech brindan un voto de confianza a los proyectos que demuestran ser rentables y con capacidad de crecimiento, aunque también diseñan soluciones financieras para resolver la falta de liquidez de estas compañías en operaciones unitarias o recurrentes.

Es recomendable que los líderes de las empresas mexicanas evalúen minuciosamente todas las opciones de financiamiento disponibles y se enfoquen en estructurar un robusto plan de negocios que demuestre su capacidad para generar ingresos, para afrontar un creciente volumen de demanda de productos y servicios, para cumplir con sus compromisos de pago y para mantener una operación rentable en un mercado global con firme tendencia hacia la expansión.

Claudio Kandel es director general de DiSí Operaciones Empresariales, SAPI de CV SOFOM ENR. Su amplia experiencia en el ámbito financiero internacional ha consolidado su propósito profesional: atender las necesidades de liquidez de los empresarios para impulsar su desarrollo por ser los principales motores de la economía mexicana.

Con más de doce años de presencia en el mercado, DiSí Operaciones Empresariales (www.disioperaciones.com) es una Fintech mexicana que confía en los empresarios y los apoya con factoraje electrónico y crédito simple para que operen sus negocios con bienestar financiero.