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Ventas minoristas cierran con fuerza el primer semestre del 2023
Tras el estancamiento que predominó hasta mayo, el indicador se movió con fuerza en mayo de la mano de las ventas online gracias al Hot Sale y del consumo discrecional (ropa, zapatos, accesorios).
Rompieron su letargo. Las ventas minoristas en México tuvieron un sobresaliente cierre del primer semestre del 2023, pues en junio crecieron 2.3% en comparación con mayo, lo que significó su mayor avance desde marzo del 2022 (cuando crecieron 2.8%), de acuerdo con cifras reportadas este viernes por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
Hasta mayo, la tónica de las ventas al menudeo había sido de estancamiento, con una variación prácticamente nula (-0.07%) respecto del registro de diciembre (considerando cifras sin estacionalidad).
Sin embargo, el avance de junio permitió que el indicador alcanzara un nuevo máximo histórico de 118.8 puntos, según el índice desestacionalizado base 2018 (recientemente actualizado) construido por el Inegi.
“La lectura estuvo respaldada por una mejoría en ciertas variables asociadas al consumo, en especial la inflación al consumidor, que en el mes se moderó de forma generalizada a 5.06%, la menor en 27 meses, y la tasa de desempleo disminuyó a 2.7%, marcando un nuevo mínimo histórico. La captación de remesas, si bien se desaceleró a 8.3% a/a, aún muestra un desempeño positivo”, opinó Ángel I. Huerta Monzalvo, analista económico del Grupo Financiero Ve por Más.
De las 23 subcategorías de mercancía medidas por el Inegi en su Encuesta Mensual de Empresas Comerciales, 18 tuvieron avances y cinco, retrocesos.
El renglón con el mejor comportamiento fue el de ventas por internet y por catálogo, que tuvo un espectacular crecimiento mensual de 30.5%, coincidente con las promociones del Hot Sale, que se llevó a cabo del 29 de mayo al 6 de junio pasados.
Le siguieron las ventas en tiendas departamentales (+19.4%), de artículos de esparcimiento (+9%), de calzado (+5.7%) y de ropa, bisutería y accesorios (+3.6 por ciento). Es decir, el dinamismo comercial de junio estuvo dominado por el consumo discrecional, es decir el de bienes no esenciales.
Por el lado de los retrocesos, lideró el rubro de muebles, cómputo y teléfonos (-11.5%), artículos usados (-9.7%), perfumería y joyería (-7.4%), refacciones para autos (-3%) y abarrotes y alimentos (-1 por ciento).
De enero a junio, las ventas minoristas se expandieron 4.7% en comparación con las del mismo lapso del 2022. Se trata de un desempeño notable que, sin embargo, palidece al compararse con el segundo semestre del año pasado, lo que hace moderar las expectativas para el cierre de este 2023.
“Proyectamos que el consumo se desaceleraría en lo que resta del año, debido a que la inflación permanecería elevada, erosionando el poder adquisitivo de los hogares. Además, las elevadas tasas de interés seguirán restringiendo el crédito al consumo”, comentó Ángel I. Huerta, del Grupo Financiero Ve por Más.