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Acapulco y Tlaxcala, con el peor mercado laboral del país
Estas ciudades registraron merma en nivel de ingresos y acceso a instituciones de salud, así como altos índices de informalidad y condiciones críticas.
Las zonas metropolitanas de las ciudades de Acapulco, Guerrero, y Tlaxcala, Tlaxcala son los territorios que presentan la mayor merma laboral en el país.
No obstante, el proceso de descentralización de las dependencias federales que pretende el próximo gobierno federal, encabezado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), podría beneficiar a las urbes que registren bajos indicadores de trabajo.
La administración de AMLO contempla llevarse la Secretaría de Salud a Acapulco y la recién creada Secretaría de Cultura a Tlaxcala.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), al segundo trimestre del 2018, estas ciudades registraron los mayores niveles de informalidad, condiciones críticas, así como bajos ingresos y escaso acceso a instituciones de salud.
Especialistas coincidieron en que será positivo llevarse las dependencias federales a otros estados, fortaleciendo las economías estatales y mejorando el mercado laboral.
Eufemia Basilio Morales, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que puede ser muy favorable este proceso de descentralización, “habría comunicación con otras instancias y dependencias, existiría una vigilancia más certera y la oferta laboral aumentaría porque ya no solamente se dependerá de una actividad económica”.
El podio con la Tasa de Informalidad Laboral 1 (TIL1) más elevada en el periodo de referencia lo compone Oaxaca (57.2% de sus ocupados en esta situación), Acapulco (62.4%) y Tlaxcala (66.7 por ciento).
LA TIL1 se refiere a la suma, sin duplicar, de los ocupados que son laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan, con aquellos cuyo vínculo o dependencia laboral no es reconocido por su fuente de trabajo.
Es decir, en esta tasa se incluye, además del componente que labora en micronegocios no registrados o sector informal, a otras modalidades análogas como los ocupados por cuenta propia en la agricultura de subsistencia, así como a trabajadores que laboran sin la protección de la seguridad social y cuyos servicios son utilizados por unidades económicas registradas.
Mientras los coeficientes más elevados de la población ocupada que gana hasta dos salarios mínimos, que incluye a la que no recibe ingresos, se observaron en Tuxtla Gutiérrez (53.1%), Tlaxcala (62.0%) y Acapulco (62.3%); lo anterior es equivalente a que un trabajador percibe como máximo 5,301.6 pesos al mes.
Desglose
Las zonas metropolitanas con la tasa de condiciones críticas de ocupación (TCCO) más alta fueron, al cierre de junio, Tlaxcala (21.3% de los ocupados), Tuxtla Gutiérrez (21.6%) y Acapulco (21.9 por ciento).
La TCCO incluye a las personas que se encuentran trabajando menos de 35 horas a la semana por razones ajenas a sus decisiones, más las que laboran más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y las que se emplean más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos.
En el indicador de trabajadores sin acceso a las instituciones de salud, los mayores porcentajes fueron en Oaxaca (63.0% del total de este grupo de personas), Acapulco (66.5%) y Tlaxcala (70.1 por ciento).
La investigadora de la UNAM agregó que Acapulco es una ciudad ubicada en un estado con altos índices de pobreza y violencia, que han mermado la industria turística, “hay personas que trabajan muchas horas a cambio de un salario muy bajo y que viven en lugares con alta afluencia delictiva”.
Héctor Magaña Rodríguez, coordinador del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, explicó que “es positivo que llegué la Secretaría de Salud a la ciudad de Acapulco; la seguridad aumentaría y el índice de criminalidad bajaría. También despuntaría el mejoramiento de los caminos y el mercado en el sector transportes estaría en niveles positivos”.
“Tlaxcala es un estado pequeño que carece de infraestructura, no emite deuda, el problema es lo que ocurre con el nivel de ingreso y que se puede notar en su capital. En la ciudad hay pocas actividades económicas, y por ende hay empleos que son mal pagados”, indicó Basilio Morales.
La gente de Tlaxcala tiene que emigrar a otras regiones por las condiciones laborales, “la ventaja de llevar la Secretaría de Cultura es que se frenaría esta salida y se atraería inversión”, añadió.
Kristobal Meléndez Aguilar, analista del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), refirió que en Acapulco y Tlaxcala “hay un ciclo de pobreza, en donde si las mismas empresas no obtienen utilidades y beneficios no puede trasladar esto a los empleados. Si le va mal a la empresa le va mal a la entidad federativa”.
“Tiene efectos positivos llevar las dependencias federales a los estados porque habrá más empleos y, por lo tanto, habrá prestaciones, y los sistemas de salud crecerán, será beneficioso para los habitantes”, manifestó.
Los especialistas también concordaron en que la falta de preparación es otro elemento que merma el sector trabajo, por lo que la mayoría opta por la informalidad.
Oaxaca y Tuxtla Gutiérrez
Además de Acapulco y Oaxaca, las ciudades que se colocaron en el top tres de los cuatro indicadores analizados por El Economista, con la mayor merma, fueron Oaxaca y Tuxtla Gutiérrez.
Sin embargo, también son territorios que podrían beneficiarse por el proceso de descentralización que realizará la administración federal de AMLO; Oaxaca albergaría a la Secretaría de Desarrollo Social, y Tuxtla Gutiérrez a la Comisión Federal de Electricidad.
A la primera mitad del 2018, en la capital de Chiapas los resultados fueron los siguientes para su población ocupada: TIL1 de 50.4%, TCCO de 21.6%, hasta dos salarios mínimos de 53.1% y sin acceso a las instituciones de salud de 70.1 por ciento.
Para Oaxaca quedó así: TIL1 de 57.2%, TCCO de 18.7%, hasta dos salarios mínimos de 48.8% y sin acceso a las instituciones de salud de 63.0 por ciento.
Común denominador
“Estas ciudades tienen un común denominador, la población no tiene una preparación educativa, la mayoría no ha terminado los estudios de secundaria y preparatoria. Será difícil que obtengan mejores trabajos. Habrá que ver qué tipo de puestos pueden ocupar y si el beneficio de la descentralización no es para una pequeña parte de la población”, expuso el analista del CIEP.
Detalló que se tiene que comunicar estas entidades con el resto del país mediante inversión en infraestructura, particularmente en construcción de carreteras, aeropuertos y líneas ferroviarias.
“La gran mayoría de las administraciones enaltecieron al norte y dejaron de lado al sur del país, debe haber un cambio, se tienen que modificar presupuestos, debe llamarse a la Inversión Directa Extranjera. También se tiene que educar a la población y dar acceso a los trabajadores a servicios médicos”, reiteró Eufemia Basilio.
Al otro extremo
Al otro extremo, Monterrey, Hermosillo y Chihuahua fueron las zonas metropolitanas que mostraron menores niveles de informalidad, condiciones críticas, así como más ingresos y acceso a instituciones de salud.
La primera de ellas es Monterrey. En relación a sus ocupados, ostenta una TIL1 de 33.6%, una TCCO de 4.0%, sin acceso a las instituciones de salud sólo 37.4% y únicamente 21.3% con ingresos de hasta dos salarios mínimos.
El analista del CIEP expresó que es ideal que llegue la Secretaría de Economía. “Cuenta con recursos financieros, cercanía con Estados Unidos, buenas condiciones económicas, desarrollo industrial”.
La segunda ciudad es Chihuahua. “Pertenece a la franja norte y por lo mismo tiene manufacturas. Sus fuentes laborales han permitido que exporte y florezca la entidad (4.5% de TCCO, 28.6% de TIL1, 30.3% perciben hasta dos salarios mínimos y 34.6% está sin acceso a condiciones de salud)”, agregó el coordinador del CIEN.
La capital de Sonora cuenta con 4.3% de TCCO, 28.5% gana como máximo 5,301.6 pesos al mes, 35.5% se ubica en la informalidad y 41.0% no tiene acceso a instituciones de salud.
“Hermosillo ha recibido inversión en su infraestructura por parte del sector industrial, que ha permitido una mayor afluencia. Las ciudades que se industrializan son las que tienen un mayor incremento económico”, apuntó Magaña Rodríguez.
En un segundo plano, otras zonas metropolitanas con focos rojos en el mercado laboral fueron Pachuca y Cuernavaca, mientras con mejores condiciones de trabajo, Saltillo y Querétaro.
Total
El Inegi considera 33 zonas metropolitanas en su ENOE, que en conjunto suman una población total de 53.2 millones de personas, cifra que representa 42.7% de todo el país.
En población ocupada, las 33 zonas metropolitanas llegan a 24.4 millones de habitantes. De este dato, el nivel de ingresos es el siguiente: 25.7% gana más de uno hasta dos salarios mínimos, 20.4% más de dos hasta tres salarios mínimos, 18.2% no se especifica, 15.5% percibe más de tres hasta cinco salarios mínimos, 11.5% hasta un salario mínimo, 6.0% más de cinco salarios mínimos y 2.7% no recibe ingresos (trabajadores dependientes no remunerados y los trabajadores por cuenta propia dedicados a actividades agrícolas de subsistencia). Mientras 51.9% de los ocupados no tienen acceso a instituciones de salud.