Canacintra Puebla aplica medidas antiinflacionarias

Ante la escalada inflacionaria, empresas de alimentos se ven en la necesidad de aplicar medidas para no alterar el precio final del producto para el consumidor y mantener cierto margen de utilidad, comentó el presidente del sector Alimentos, Bebidas y Agroindustria de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), Carlos Sosa Spínola. 

Entre las acciones, explicó, se encuentran ajustar gramajes, hacer presentaciones más pequeñas, reformulación de contenidos, así como establecer alianzas directas con productores para evitar intermediarios. 

Consideró que el alza en los precios de los alimentos persistirá en lo que resta del año y podría extenderse al 2023 derivado de factores internos e internacionales, ya que tan solo en los últimos cuatro meses se han disparado los costos hasta 40 por ciento.

Indicó que aún con el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic), que promueve el gobierno federal, se tiene un panorama en el tema de precios que no se había visto antes en el país y eso preocupa a los empresarios en general.

“En los cinco primeros meses que han transcurrido del 2022 se han presentado aumentos en los precios de alimentos que no se veían en años, como es el caso de los granos que se encarecieron entre 20 y 40%, lo que repercute en que otros productos de consumo básico como el pollo registre un alza acumulada de 20%”, ahondó.

Servicios logísticos

Otro efecto para las empresas de alimentos es el problema de costos en transportación, porque se redujo el número de servicios logísticos, lo cual ocurre desde la pandemia de Covid-19, es decir, hay menos viajes por parte de las empresas transportadoras al tener pocos operadores, situación que incide en subir los precios de fletes, comentó.

Sosa Spínola dijo que están aguantando estos embates y están conscientes de que el perjudicado es el consumidor, quien en este momento compra menos para cuidar el gasto y a los empresarios les repercute en ventas.

Dejó en claro que la estrategia que promueve el gobierno federal es a corto plazo, por lo que sería prudente y urgente considerar incentivos que reactiven la producción, lo cual lleve a un beneficio de largo plazo.

Indicó que el plan federal de contención no se puede mantener mucho tiempo y es necesario ver los efectos negativos inmediatos que resienten los que ganan menos, quienes resienten el  encarecimiento de la canasta básica y limitan sus compras.

Mencionó que hacer acuerdos con algunos productores ajenos al intermediarismo ayuda a que la situación no sea más grave, “pero ha sido resultado de la voluntad entre ambas partes y no por el apoyo de autoridades, quienes deberían acercarse para conocer el problema a fondo y dejar de tomar decisiones unilaterales”.