Lectura 5:00 min
Comercio de CDMX obtiene su caída más pronunciada desde el 2009
En la región centro, el indicador de ingresos minoristas también disminuyó, en Hidalgo (3.9%), Tlaxcala (3.4%) y Morelos (0.7%); los incrementos fueron en el Estado de México (0.02%) y Puebla (2.3%).
El comercio minorista de la Ciudad de México disminuyó 6.5% a tasa anual en noviembre del 2017, cifra que significó registrar caídas en los últimos cuatro meses y ostentar la contracción más pronunciada desde junio del 2009 (7.1%), de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Además, el resultado del indicador del consumo privado representó ocupar el segundo lugar nacional de las mayores reducciones, detrás de Tabasco. La capital es la entidad que más peso tiene en el Producto Interno Bruto del comercio al por menor en el país, con 15.8 por ciento.
“La reducción se cayó porque pesaron más los incrementos en la inflación y esto mermó la capacidad de compra de las personas, aun existiendo el incentivo de las ofertas del Buen Fin”, dijo Héctor Magaña Rodríguez, coordinador del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey.
Explicó que las alzas en los precios de la gasolina y energéticos así como de alimentos por la transportación motivó que la población de la ciudad ocupara sus ingresos en otro tipo de asuntos, por lo que no fue posible superar los incrementos del comercio al por menor del 2016.
Kristobal Meléndez Aguilar, analista del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), señaló que el aumento del precio del gas LP y el sismo de septiembre pasado fueron dos factores que repercutieron en varias actividades del comercio minorista, sobre todo porque se hicieron gastos inesperados que afectaron la economía de los capitalinos.
“Este año el Buen Fin tuvo características diferentes, porque la situación del 2017, si se compara con la de un año antes, fue atípica; mucha gente donó y eso implicó que se redujeran las compras de productos del comercio minorista en noviembre”, aseveró.
En noviembre del año pasado, los precios al consumidor del Área Metropolitana de la Ciudad de México ascendieron a 6.84% anual, la mayor tasa desde diciembre del 2008 (6.96 por ciento).
La caída de los ingresos por suministro de bienes y servicios del comercio minorista de la capital en el lapso de referencia fue una de las principales causas que provocó que dicha variable macroeconómica se redujera 2.3% en la región centro.
En la zona cayeron Hidalgo (3.9%), Tlaxcala (3.4%) y Morelos (0.7%); los aumentos se observaron en el Estado de México (0.02%) y Puebla (2.3 por ciento).
“Hidalgo ha perdido dinamismo en los últimos años y está dentro de los estados más pobres y eso ocasiona problemas de consumo”, puntualizó Meléndez Aguilar.
El comercio al por menor del sur-sureste exhibió un desplome anual de 1.9%, incitado por igual comportamiento de siete economías, destacando Campeche (3.9%) y Tabasco (8.6% —primer lugar en el país—).
Magaña Rodríguez mencionó que la actividad económica de estas entidades depende del sector petrolero y, al verse afectado durante el año pasado, las personas migraron a otros estados en busca de nuevas fuentes de trabajo.
“Entonces, ante una menor cantidad de población en estas entidades, el comercio también se ve afectado al tener un menor número de clientes potenciales”, destacó.
También mostraron bajas Guerrero (2.3%), Oaxaca (1.5%), Veracruz (0.8%), Chiapas (0.7%) y Yucatán (0.3%), por los incrementos en la inflación, ya que “los insumos de las empresas, las tarifas de energía eléctrica y los combustibles para la transportación de las mercancías pegaron fuertemente a los bienes finales”, expresó el coordinador del CIEN.
Sólo Quintana Roo presentó un crecimiento del comercio minorista (1.4%), debido al turismo, puesto que la población flotante tiene capacidad de pago a pesar de ascensos en las cotizaciones de algunos productos, indicó el analista del CIEP.
En cuando al descenso de 1.5% nacional del índice del consumo privado (la primera variación negativa, para un mes de noviembre, desde el 2010), refirió que el comercio minorista se vio afectado por el poder adquisitivo de las personas, que empezó a caer tras el gasolinazo de enero del 2017 y se reflejó en las finanzas públicas estatales y en el alto nivel inflacionario.
“Algunos productos empezaron a encarecer y este hecho provocó que la población tuviera menos recursos para adquirir bienes, principalmente como artículos tecnológicos o que no son de primera necesidad”, expuso.
Únicos crecimientos
El comercio minorista de la región norte incrementó 0.2% en el undécimo mes del 2017, derivado de los siguientes resultados: -3.4% en Chihuahua; -1.5% en Sonora y Baja California; -1.2% en Tamaulipas; -1.0% en Nuevo León; -0.3% en Durango; 2.9% en Sinaloa; 4.4% en Coahuila, y 4.8% en Baja California Sur.
Kristobal Meléndez manifestó que la población del norte tiene un mayor nivel de poder adquisitivo, por lo que puede seguir absorbiendo aumentos en los precios de algunos productos y no dejar de comprar; además de que la exportación puede ser una opción para mantener activo el comercio al por menor.
Los ingresos de establecimientos minoristas de la zona centro-occidente ascendieron 0.1%, apoyado por alzas en Colima , San Luis Potosí , Nayarit, Guanajuato y Querétaro, aunque se redujeron en Michoacán, Aguascalientes, Jalisco y Zacatecas.
Héctor Magaña reveló que entidades como San Luis Potosí y Guanajuato están muy relacionadas con las actividades industriales, “de hecho la mayor parte de inversión extranjera que han captado proviene de la industria, que ha impulsado su crecimiento económico”.