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Debilidad económica disminuye participaciones federales
La transferencia de recursos provenientes del Ramo 28 a estados y municipios cayó -1.6% durante agosto pasado.
La debilidad que persiste en la economía mexicana ya se trasladó a la trasferencia de recursos federales a estados y municipios, particularmente el ramo de participaciones.
Durante agosto pasado, las participaciones federales ascendieron a 80,373 millones de pesos, que significó una caída anual de -1.6% en términos reales, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
De hecho, en los primeros ocho meses del 2022 únicamente se registraron dos descensos en las participaciones, que es el ramo más importante del gasto federalizado (total de recursos que el gobierno federal transfiere a las entidades subnacionales): en agosto (-1.6%) y en junio (-10.8 por ciento).
Mientras en comparación con igual periodo, la disminución de -1.6% en agosto del 2022 fue la tercera baja más pronunciada en los últimos 12 años, solamente superado en el 2020 (-15.9%), lapso más agudo de la pandemia, y en el 2019 (-9.2%), primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
El principal motivo del desplome de las participaciones federales es la debilidad económica en el territorio nacional, en cuya fórmula de distribución se considera el nivel recaudatorio y el PIB.
El Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revela que en agosto pasado se registraría una disminución de 0.03 por ciento.
Este descenso significaría que en los últimos cuatro meses solamente se registró un crecimiento (en julio de 0.45 por ciento).
Además, con el dato de agosto del IOAE resulta que en el acumulado de los primeros ocho meses del 2022 la economía del país mostraría un incremento de 1.8 por ciento.
Dicho aumento se ubicaría 0.6 puntos porcentuales por debajo del objetivo que marcó la SHCP para este año, un crecimiento de 2.4% del Producto Interno Bruto, por lo que las participaciones para este año también exhibirían una contracción.
En promedio, la actividad económica mexicana tendría que aumentar 3% en el último cuatrimestre del 2022.
Los principales factores que no permiten que la dinámica económica de México tenga una recuperación completa son una elevada inflación nacional, alzas en las tasas de interés, conflictos geopolíticos, normalización de los efectos de la pandemia.
Así como los confinamientos en China que provocan disrupciones en las cadenas de suministro globales y la incertidumbre sobre el endurecimiento monetario por parte de la Reserva Federal (Fed) para revertir los elevados niveles inflacionarios en Estados Unidos.
Aunque la mayor preocupación se centra en la alta inflación y el ciclo alcista de la tasa de política monetaria, elementos que erosionan el poder adquisitivo, mermando el consumo privado, principal variable de la economía mexicana.
Mayoría con bajas
De las 32 entidades federativas del país, 21 exhibieron disminuciones en la recepción de participaciones federales, denominado Ramo 28, durante agosto del presente año.
Las caídas más pronunciadas se dieron en Campeche (-17.1% a tasa anual real), Sinaloa (-15.7%), Querétaro (-11.2%) y Aguascalientes (-8.8%); por lo anterior, estas entidades son las que muestran una mayor debilidad económica.
En tanto, los mayores incrementos se observaron en Zacatecas (10.0%), Baja California (10.5%) y Nayarit (15.7%), demostrando fortaleza en su actividad económica.
La importancia de las participaciones radica en el peso que tienen en los ingresos totales de los gobiernos subnacionales.
Por ejemplo, en Jalisco representan 47% del total de sus ingresos –sin considerar aportaciones y otras transferencias y subsidios–, mientras en Oaxaca, el estado con la menor contribución, significan 28 por ciento.