Gobierno y empresarios de BC buscan que el turismo beneficie producción vitivinícola

Ensenada, BC. Para que la producción vitivinícola pueda tener un mayor impulso, en Baja California se pretende concretar un nuevo modelo de negocio que incluye reforzar la alianza que hay con el turismo y también apoyarse del sector inmobiliario, coincidieron autoridades y empresarios en entrevista con El Economista.

Al respecto, el secretario de Turismo, Miguel Aguiñiga Rodríguez, explicó que para este 2023 específicamente están buscando reforzar la alianza que hay entre las bodegas del estado, la actividad turística y todo el sector privado. Esto después de que el trabajo de coordinación previo posicionó a Baja California como líder subnacional en el sector vitivinícola, ya que produce anualmente 90% del vino mexicano, con más de 150 casas vinícolas.

“Uno de nuestros objetivos es aumentar la promoción de las Fiestas de la Vendimia y en las rutas vitivinícolas. En los últimos dos años nos enfocamos principalmente en los mercados de Guadalajara, de Nuevo León, Ciudad de México y Querétaro, y ahora buscamos incrementar la captación de visitantes internacionales y la llegada de inversiones apoyándonos de esta industria", dijo.

Además de que de enero a julio de este año se han impartido 68 cursos en la entidad para profesionalizar a las dos industrias, lo que ha incluido la capacitación a 1,906 personas, el representante del gobierno estatal indicó que se busca dar a conocer en especial la oferta de Tecate, Ensenada y Valle de Guadalupe, como destinos para visitar y para invertir.

Lo que se pretende, ahondó, es dar a conocer que los viñedos y las bodegas de los diversos ranchos son lugares que los turistas puedan disfrutar, que ahí hay “experiencias únicas de cata y gastronomía”.

“La industria del vino en México no podría sobrevivir sin el turismo, sin la actividad turística. Toda la región productora depende en un 95% del turismo. En nuestro sitio, en la bodega por el entorno turístico, se vende 50% de la producción de nuestros vinos, el otro 50%  lo mandamos al centro de la República. Pero si se refuerza el turismo, este porcentaje puede aumentar”, explicó Jesús Rivera, enólogo de la bodega mexicana El Cielo.

De acuerdo con el Gobierno estatal, la estrategia incluye aumentar la captación de inversiones para que se generen complejos inmobiliarios y que puedan fungir también como recintos turísticos.  Por lo mismo, en este mes se autorizó construir Sassi del Valle, que representa una inversión privada de 1,500 millones de pesos y que pretende generar 950 empleos a corto plazo, esto bajo la premisa de que no se debe generar estrés hídrico. 

El proyecto tuvo cuatro años de planeación y se encuentra hermanado con Val’Quirico en Tlaxcala. “Es el primer destino de esta cadena de espacios turísticos, mismo que será otorgado a una cantidad limitada de localidades planeadas, construidas y administradas en su totalidad por la iniciativa privada”.

Juan Valenzuela, gerente comercial de la Vinícola Encino de Piedra, explicó que como sector privado ellos también han sido pioneros en desarrollar la propuesta de construir desarrollos habitacionales inmobiliarios centrados en viñedos,  aprovechando la vocación de la zona y el auge turístico que hay; pero sin dejar el enfoque sustentable.

“En Encino de Piedra este modelo consiste en construir casas habitaciones alrededor de 8 hectáreas de viñedos. Muchas veces las residencias están ocupadas de manera permanente o para destinos de vacaciones. El turismo está transformándose, después de la pandemia hemos visto diferentes cambios y es una oportunidad para crecer”, comentó.