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La influenza aviar contraataca en Puebla y Oaxaca

Sagarpa confirmó que el brote de alta patogenicidad está controlado.

A casi tres años de que estalló la influenza aviar H7N3 en Los Altos de Jalisco, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE, por su sigla en inglés) reportó un nuevo brote altamente patógeno en granjas de Oaxaca y Puebla.

En un reporte que divulgó la Secretaría de Agricultura (Sagarpa) en la página de la OIE, se informó que en total se sacrificaron 534 aves, de las cuales 139 ya estaban infectadas; de éstas, 90 se registraron en las granjas de Santiago Yaitepec, Oaxaca, y el resto en Tehuacán, Puebla.

Derivado de la notificación del incremento de la mortalidad súbita en aves en dos predios de traspatio por parte de sus propietarios, los cuales se encuentran en Oaxaca y Puebla, se identificó que en ambos brotes, los animales mostraban signos clínicos que sugerían influenza aviar , se lee en el reporte.

La fecha de confirmación del evento fue el 9 de marzo, es decir, hace un mes.

La delegación de la Sagarpa en Puebla afirmó que el problema fue controlado en forma inmediata, con el sacrificio de las gallinas.

De acuerdo con la dependencia, se encontraron 49 gallinas enfermas en un traspatio de la comunidad de San Marcos Necoxtla, en Tehuacán, y por ser susceptibles se procedió a la matanza de 324 aves, que se sumaron a 200 en Oaxaca.

Jalisco, libre

No obstante que en Jalisco se presentó el primer brote de gripe aviar con esa cepa, en junio de 2012, el titular de la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder) en el estado, Héctor Padilla, afirmó que no existe ningún tipo de alarma de tipo sanitario en la región, por el momento.

Subrayó que el programa de sanidad e inocuidad es estratégico para la entidad y pese a que se aplica a los diferentes sectores, el avícola es prioritario.

De 2012 en adelante tuvimos un proceso de reducción del riesgo de gripe aviar hasta llegar, en 2014, al control total , aseguró.

Recuento

En junio de 2012 se reportó en la región alteña de Jalisco el primer brote de influenza H7N3 en México, mismo que, según un primer balance general realizado por el Grupo de Economistas Asociados (GEA), dejó pérdidas económicas al sector por 8,617 millones de pesos y obligó al sacrificio de 22.3 millones de gallinas.

A partir de entonces, los empresarios del sector avícola, junto con los gobiernos federal y estatal, estamos en seguimiento permanente y extremando medidas de control y haciendo más rigurosas las iniciativas de inocuidad para tener la capacidad de contener un fenómeno como éste , subrayó Padilla Gutiérrez.

Reiteró que la tarea del cuidado sanitario y de las normas de inocuidad son de importancia excepcional y para Jalisco, por la importancia que tiene en la producción de alimentos, nos representa una prioridad .

estados@eleconomista.com.mx

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