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Educación financiera, clave para lograr independencia económica
En este libro 22 mujeres, empresarias y directivas, cuentan sus historias para alcanzar el éxito en sus empresas para así empoderar a otras.
Durante el 2021 en 20% de las pequeñas empresas y en 23.5% de las microempresas, las decisiones las tomó, principalmente, una mujer.
Había una vez una niña chida a la que su mamá le aconsejó: “Tienes que ser independiente y ganar dinero para que nunca tengas que pedir permiso”. Esa niña es Mónica Flores, presidenta de ManpowerGroup de América Latina.
Su historia se encuentra dentro del libro Empresarias Chidas, donde 22 mujeres en México que son dueñas de negocios, directoras, presidentas de empresas nacionales e internacionales buscan inspirar a otras mujeres: niñas, jóvenes o adultas, no importa la edad.
Luz Adriana Ramírez, directora de Visa México; Melanie Devlyn, CEO y presidenta de Consejo de Devlyn; Mónica Flores, líder de ManpowerGroup para América Latina; Cecilia Riviello, CEO de Balanceship y María Ariza, directora de Biva, la segunda Bolsa de Valores en México, forman parte de este colectivo.
Es importante que las mujeres conozcan la historia de otras, sobre todo mexicanas, que han llegado a posiciones de liderazgo, que no les fue fácil pero que pudieron lograrlo, para tomar modelos que inspiren y les empoderen.
Luz Adriana Ramírez, Cecilia Riviello y Mónica Flores, nos cuentan cómo la educación financiera es clave para lograr desde la independencia económica hasta un emprendimiento exitoso y también cómo han padecido el síndrome de la impostora.
“Creo que la independencia económica de las mujeres sin educación financiera está todavía más difícil y siento que es igual de importante si ganas poco o ganas mucho porque se trata de administrar tus recursos y ver cómo vas a invertir para seguir creciendo de manera exponencial, cómo vas a administrar esos recursos tal vez escasos que hoy tienes de manera óptima”, destacó Mónica Flores.
Para la representante de ManpowerGroup en América Latina, al decidir emprender se tiene que comenzar a conocer, forzosamente, sobre educación financiera, “sino estarías poniendo en riesgo lo mucho que puedes lograr”.
Por su parte, Cecilia Riviello, fundadora de Balanceship, aconseja a otras mujeres sobre aprender a sentirse cómodas hablando de dinero, ya sea mucho o sea poco.
Las mujeres pocas veces hablan de dinero, de inversiones y es importante que se haga.
Para Luz Adriana Ramírez, directora de Visa México, la educación financiera es una herramienta poderosa, de progreso, de autosuficiencia e independencia.
Su recomendación para otras mujeres es que comiencen desde lo más básico donde hay que llevar el control de los ingresos, los gastos y ahorros. “Cuando uno empieza a generar ingresos es importante tener una meta de ahorro”, dijo.
También han enfrentado el síndrome de la impostora
¿Cuántas veces has sentido que quizá no mereces estar en el puesto que tienes, que te faltan conocimientos o que hay alguien que lo puede hacer mejor?
Imagínate a la representante de una empresa internacional o a la fundadora de una compañía exitosa enfrentando esas emociones. Sucede más de lo que te imaginas, ellas también lo han sentido, sin embargo, afirman que es pasajero y se puede combatir con autoconfianza y redes de apoyo.
“Tener cada vez más modelos a seguir, el tener a la gente a la mano nos hace ver que sí se puede. La autoconfianza contrapone el síndrome de la impostora”, afirmó Cecilia Riviello, fundadora de Balanceship.
Por su parte, Luz Adriana Ramírez, directora de Visa México, destacó que los crecimientos profesionales, empresariales no son en línea recta. Hay altas y bajas.
“La vida de las mujeres en muchos casos, sobre todo cuando decidimos tener hijos nos trastoca, por eso cada una debe ir a su ritmo, sin dejar los sueños, las metas y sin dejar de prepararse”, resaltó.
El llegar y estar en una posición de liderazgo, de poder, no significa que te vuelves inmune al síndrome de la impostora, dice Mónica Flores, representante de ManpowerGruop Latinoamérica.
“Yo creo que mentiría si dijera que no he sentido el síndrome de la impostora y que todavía, a veces me ataca, soy humana (...) y de pronto siento miedo, culpas, pero aprendes a manejarlo. Nos cuestan trabajo algunas cosas, nos esforzamos mucho como todos, tenemos días difíciles y cansados, pero también días maravillosos, grandes satisfacciones, retos y grandes éxitos”, puntualizó.
