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Capital Humano

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Outplacement: cuando la empresa te dice ¡adiós! pero te ayuda a encontrar tu camino

Nadie está exento de ser despedido. Un programa de outplacement, o de transición de carrera, consiste en ayudar al exempleado a recuperar su autoestima, definir qué rumbo quiere dar a su carrera profesional y eventualmente a encontrar un nuevo trabajo. No se trata de una prestación de ley, pero para las empresas es una excelente oportunidad de demostrar que su capital humano es el activo más importante, aun cuando deja de serlo.  
 

“Pusieron al guardia de seguridad a vigilarme mientras empacaba mis cosas y después me acompañó hasta la puerta”, “me trataron con la punta del pie al momento de despedirme”, son testimonios comunes de las personas despedidas que participan en un programa de transición de carrera, afirma Estela Cámara, directora general de la consultora Outplacement de México. 

No todos los responsables de recursos humanos tienen la sensibilidad y el tacto necesarios para comunicarle a alguien que su relación laboral con la empresa terminó. “No hay que olvidar que esta conversación es un hecho trascendental en la vida de una persona”, indica Cámara.

Saber que podrá contar con el apoyo de una empresa especializada que le brindará herramientas para encontrar un nuevo empleo, no le quitará a nadie el trauma del despido, pero puede suponer algún alivio emocional y sin duda puede tener mucha utilidad práctica..

El outplacement es un servicio que se puede prestar tanto para perfiles operativos como para cuadros medios y ejecutivos. En este proceso la consultora les ayuda a identificar sus puntos fuertes y débiles y determinar qué esperan de un nuevo empleo. Los participantes aprenden a recuperar su autoestima, administrar finanzas personales, a elaborar un currículum, desenvolverse en una entrevista y venderse.

Poco interés entre empresas mexicanas

Estela Cámara lleva 33 años ayudando a personas despedidas. La consultora ha dado servicio a más de 750 empresas. Actualmente su cartera de clientes consta de 130 compañías, de las cuales sólo el 5 por ciento es de capital mexicano. 

“En México es obligatorio darles una liquidación a los exempleados y las empresas consideran que hasta ahí llega el compromiso. Se les hace un exceso pagarles un programa de outplacement”, considera Cámara. 

En algunos países europeos como Bélgica y Francia, es una prestación de ley en determinados casos, dependiendo de la edad del trabajador, su antigüedad en la empresa o el motivo del despido. 

Estela Cámara señala que en México el discurso de muchas empresas es que su activo más importante es el capital humano. Si bien en México no estén obligadas a facilitar un servicio de transición de carrera, ayudarle a su capital humano en la difícil etapa después de un despido, demostraría congruencia con esta discurso.

¿Cuánto cuesta? 

El precio de los  servicios de outplacement se calcula con base en las horas de consultoría.  Un seminario individual de 12 horas para directivos y gerentes, distribuidas en dos horas por semana, tiene un costo aproximado de 25 mil pesos. Para los puestos operativos los seminarios son de ocho horas diarias y hasta por tres días. En el caso de estos últimos, las sesiones son grupales porque su reubicación es más sencilla en comparación con los gerentes y directores, que reciben una atención individual hasta por seis meses. 

Nueve de cada diez despedidos que participan en un programa de Outplacement de México consiguen un empleo en menos de 3 meses. En 33 años la consultora ha apoyado a 15 mil personas en el proceso de conseguir un nuevo empleo. Las industrias de consumo, cuidado personal y farmacéuticas son las que más solicitan sus servicios.  

En 1998, después de comprar Banca Confía, Banamex contrató a Estela Cámara para el proceso de outplacement de 350 empleados por toda la república. “Empezamos la semana que entra, eso me dijeron un martes previo. Tuve que conseguir consultores para lugares que ni sabíamos que existían. No tenían salas de juntas en los hoteles”, cuenta la directora de Outplacement de México. 

Ojo con las expectativas

En el proceso de outplacement, es importante dejar muy claro a la persona que acaba de ser despedida que no se trata de una “recolocación”: ni el exempleador ni la consultora externa pueden ni deben garantizarle un nuevo empleo. 

“Es imposible que una empresa se pueda comprometer con una persona a que le den un contrato en otro trabajo, porque no se puede saber si el candidato que se recomienda va a empatar con la vacante o si se adaptará al nuevo empleo”, enfatiza Cámara. 

Las personas despedidas deben aprovechar sus contactos personales. “El 70 por ciento de las personas que han participado consiguen reubicarse en el mercado laboral a través de contactos personales”, afirma la directora general de Outplacement México.

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