Buscar
Geopolítica

Lectura 4:00 min

Israel oscila entre los estados de shock y de guerra en menos de 48 horas

El ataque terrorista de Hamás y la respuesta del gobierno de Netanyahu en Gaza suman más de 1,300 muertos; una fiesta juvenil fue uno de los primeros actos de terror, 260 adolescentes fueron asesinados.

Eran las 6:30 de la mañana en Israel del pasado sábado cuando cientos de jóvenes se encontraban en la parte final de una larga fiesta que apelaba a “los amigos, el amor y la libertad infinita”.

El sonido de los cohetes se distorsionaba frente al de la música. Para muchos de los jóvenes presentes el sonido de los cohetes les era familiar. No había de qué preocuparse. Pero en cuestión de minutos el panorama se descompuso. Ya no era solo el sonido de los cohetes, sino de las metralletas, fusiles y pistolas de los milicianos de Hamás que se hicieron presentes en la fiesta.

En el lugar de la fiesta el ejército israelí ha recogido 260 cadáveres.

Han pasado 48 horas desde que inició la pesadilla e Israel continúa en estado de shock tratando de entender cómo pudieron convertirse en vulnerable sus sistemas de seguridad.

El país ha sido víctima del peor ataque en su historia realizado por el grupo terrorista Hamás desde la Franja de Gaza.

La suma de muertos se oficializaba ayer en más de 700 israelíes y 400 árabes de Gaza.

Ayer mismo lo confirmaba el periódico The Wall Street Journal al publicar que funcionarios de seguridad iraníes ayudaron a planificar el ataque terrorista sorpresivo dando luz verde el pasado lunes en una reunión en Beirut.

Cientos de terroristas lograron violar los muros de concreto que dividen una zona especial de tránsito de camiones de carga de alimentos con los que Israel y Gaza intercambian comercio.

Videos muestran a milicianos sobre vehículos militares israelíes en la Franja o moviéndose con libertad con fusiles M-16 en regiones del sur de Israel.

Los terroristas dispararon a mansalva y también secuestraban a israelíes para convertirlos en rehenes.

Miles de jóvenes asistieron a la "Nature Party", cerca del kibutz Re"im, ubicado a menos de 5 km de Gaza, que se convirtió en uno de los primeros objetivos de los militantes de Hamás que cruzaron a Israel desde el territorio palestino a primera hora del sábado, en el mayor ataque contra el país en décadas.

"Escuché disparos desde todas las direcciones, nos disparaban desde ambos lados", dijo Nani a Reuters. "Todo el mundo corría y no sabía qué hacer. Era un caos total".

Mientras el fuego de los cohetes estallaba a su alrededor, los asistentes, presas del pánico, intentaban escapar como podían.

"En un momento dado, un amigo y yo nos metimos en un auto con gente que no conocíamos y empezamos a conducir", dijo Zohar Maariv, de 23 años. Después de que el coche fue tiroteado, huyeron a pie y se escondieron durante horas hasta que los rescataron. Su novio Matan, que trabajaba en la fiesta, seguía desaparecido.

“Guerra larga”

Ayer, el primer ministro Benjamin Netanyahu pidió a los israelíes prepararse para una guerra "larga y difícil" y el ejército anunció la próxima evacuación de todos los habitantes de zonas cercanas a la Franja de Gaza.

Muchos israelíes en busca de parientes desaparecidos aseguran haberlos reconocido en videos que circulan en redes sociales.

Yifat Zailer, de 37 años, contó que identificó así a su prima y a los hijos de esta, de nueve meses y tres años, presuntamente capturados por milicianos de Hamás.

Entre las personas capturadas hay varios ciudadanos estadounidenses y alemanes, muchos con doble nacionalidad israelí.

En la noche del domingo, un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos dijo que "varios" ciudadanos estadounidenses murieron en el ataque de Hamás, sin dar más detalles.

Periodistas vieron cadáveres de civiles en las calles en Sederot, el kibutz de Gevim y la playa de Zikim, al norte de Gaza.

Acuerdo con Arabia Saudita

Las repercusiones del ataque impactarán en el plan diplomático de Israel en materia de los Acuerdos de Abraham que se encontraba negociando con Arabia Saudita.

Laura Blumenfeld, analista de Oriente Próximo en la Escuela Johns Hopkins de Estudios Internacionales Avanzados de Washington, afirmó que Hamás podría haber reaccionado a la sensación de que se enfrentaba a la irrelevancia a medida que avanzaban los esfuerzos hacia unas relaciones más amplias entre israelíes y árabes.

"Al ver que los israelíes y los saudíes se acercaban a un acuerdo, Hamás decidió que si no hay sitio en la mesa, se envenena la comida", dijo.

Irán, el gran antagonista de Israel, el beneficiado de la guerra.

geopolitica@eleconomista.mx

Fue profesor investigador en el departamento de Estudios Internacionales del ITAM, publicó el libro Referéndum Twitter y fue editor y colaborador en diversos periódicos como 24 Horas, El Universal, Milenio. Ha publicado en revistas como Foreign Affairs, Le Monde Diplomatique, Life&Style, Chilango y Revuelta. Actualmente es editor y columnista en El Economista.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas

Suscríbete