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Monseñor de EU, penado por encubrimiento
El funcionario eclesiástico quien fuera el primer funcionario eclesiástico de EU, omitió actuar en contra de sacerdotes abusadores de niños.
Filadelfia. Un monseñor católico, quien fuera el primer funcionario eclesiástico de EU calificado como delincuente por encubrir las acusaciones de abuso sexual en contra de sacerdotes, fue sentenciado ayer a cumplir una condena de tres a seis años de prisión por un juez quien afirmó que el Monseñor permitió que los monstruos en traje clerical destruyeran las almas de los niños .
El monseñor William Lynn, exsecretario para el clero de la Arquidiócesis de Filadelfia, ayudó a muchos, pero defraudó a más durante su carrera de 36 años , manifestó la juez M. Teresa Sarmina.
Lynn, quien manejara las asignaciones de los sacerdotes y las denuncias de abuso sexual infantil desde 1992 hasta el 2004, fue declarado culpable el mes pasado del delito de poner en peligro a menores de edad debido a su negligencia en la supervisión del ahora expulsado sacerdote Edward Avery. Avery, actualmente, cumple una sentencia de dos a cinco años de prisión por agredir sexualmente a un monaguillo en la iglesia en 1999.
Yo no tenía la intención causarle daño alguno a la víctima de Avery. El hecho es que lo mejor de mí no fue suficiente para detener ese daño.
Soy un sacerdote de la parroquia. Debí haberme mantenido como uno , manifestó Lynn.
Los abogados de Lynn habían buscado su libertad condicional bajo el argumento de que los residentes de Pennsylvania cumplen largas condenas de prisión por poner en peligro a los menores de edad y su cliente no debe pasar más tiempo que los abusadores como Avery.
Los defensores planean apelar la histórica condena y buscar la libertad bajo fianza, mientras que el prolongado proceso de apelación se desarrolla.
La Juez denunció que Lynn permitió que los monstruos en traje clerical destruyeran las almas de los niños, a quienes veía con corazón endurecido .
Ella creía que en un principio, él tenía planeado abordar el problema de abuso sexual y tal vez hizo una lista de los sacerdotes acusados por esa razón en 1994. Pero cuando el cardenal Anthony Bevilacqua destruyó la lista en su lugar, Lynn decidió mantener su trabajo y obedecer a su obispo -al guardar silencio- mientras los niños sufrían, indicó la juez.
Usted sabía muy bien cuál era la decisión correcta, monseñor Lynn, pero tomó la equivocada , le reclamó Sarmina.