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Presidenta prooccidental moldava Sandu lidera elecciones con 92% de los votos escrutados
Dos analistas políticos afincados en Chisinau, Vladislav Kulminski y Valeriu Pasha, afirmaron que los resultados indican que Sandu obtuvo un segundo mandato de cuatro años, derrotando a Stoianoglo, ex fiscal general.
La prooccidental Maia Sandu lideraba el recuento de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Moldavia con el 92% de los votos escrutados, superando a su rival Alexander Stoianoglo, según mostró la página web de la Comisión Electoral Central, que indicó que la mandataria tenía el 50,28% de los sufragios.
Dos analistas políticos afincados en Chisinau, Vladislav Kulminski y Valeriu Pasha, afirmaron que los resultados indican que Sandu obtuvo un segundo mandato de cuatro años, derrotando a Stoianoglo, ex fiscal general.
El voto de la diáspora, que incluye a los moldavos residentes en capitales occidentales y favoreció a Sandu en la primera vuelta del 20 de octubre, suele contabilizarse en último lugar.
Ni Sandu ni Stoianoglo, apoyado por el Partido Socialista prorruso, se han proclamado vencedores ni han admitido su derrota.
La suerte de Sandu, que en junio puso a Moldavia en el largo camino de las negociaciones de adhesión a la Unión Europea, se sigue de cerca en Bruselas una semana después de que Georgia, otro estado exsoviético candidato a la adhesión, reeligiera a un partido gobernante considerado en Occidente cada vez más prorruso.
El futuro de Moldavia, una nación agrícola pobre de menos de 3 millones de habitantes, está en el punto de mira desde que Rusia inició en 2022 su invasión a gran escala de la vecina Ucrania. Las elecciones y la campaña previa se han visto ensombrecidas por persistentes denuncias de injerencia.
"Estamos asistiendo a una interferencia masiva de Rusia en nuestro proceso electoral (...) un esfuerzo con un alto potencial para distorsionar el resultado", escribió en la red social X el asesor de seguridad nacional de Sandu, Stanislav Secrieru.
No hubo comentarios inmediatos de Moscú, que niega las acusaciones de intromisión. Moldavia acusa a Ilan Shor, un oligarca fugitivo que vive en Rusia, de gastar millones de dólares para pagar a los votantes para que se opusieran a Sandu, algo que él niega.