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Abengoa perdió 340 millones de euros en el primer trimestre
La facturación de la compañía, inmersa en un duro proceso negociador para su saneamiento y reestructuración, se ha hundido hasta 719 millones de euros, menos de la mitad que en el mismo periodo del año pasado.
La facturación de la compañía, inmersa en un duro proceso negociador para su saneamiento y reestructuración, se ha hundido hasta 719 millones de euros, menos de la mitad que en el mismo periodo del año pasado.
La difícil situación de Abengoa ha quedado patente en las cuentas trimestrales de la compañía, que ha entrado en números rojos y cuyos ingresos se han desplomado.
Abengoa, que sigue negociando con sus acreedores un duro plan de reestructuración para evitar el mayor concurso de la historia de España, ha anunciado unas pérdidas de 340 millones entre enero y marzo, como consecuencia del frenazo de su negocio y del impacto negativo registrado en la valoración de algunos instrumentos financieros.
La facturación de la compañía se ha desplomado hasta 719 millones de euros, 53.8% menos que 1,559 millones registrados en el mismo periodo del año pasado, mientras que el EBITDA ha caído hasta 48 millones de euros frente a 321 millones de hace un año.
A pesar de la limitada situación de liquidez, Abengoa ha conseguido mantener cierto nivel de actividad, demostrando la resiliencia de sus negocios , ha expuesto el grupo en un comunicado enviado este jueves a la CNMV.
La empresa reconoce el impacto sobre su actividad de la paralización de algunos proyectos o la rescisión de otros contratos, pérdidas que Abengoa preve compensar parcialmente con los nuevos proyectos que se ha adjudicado en Arabia Saudí, Omán o Perú, por un valor conjunto de 700 millones de euros.
De plazo hasta septiembre
Con un pasivo superior a 20,000 millones de euros, Abengoa tiene de plazo hasta septiembre para culminar un acuerdo definitivo con sus acreedores después de que éstos aceptaran por mayoría en marzo un contrato de espera, o standstill, de siete meses.
El plan de reestructuración para evitar la bancarrota del grupo contempla medidas como nuevas líneas de liquidez y de avales, aplicación de quitas y capitalización de la deuda existente, así como la renovación de préstamos.