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Bancos españoles, mal y de malas

Desde que las siete entidades financieras del Ibex 35 presentaron sus resultados en Bolsa han caído con fuerza en la Bolsa de Madrid.

Las acciones de los siete bancos del índice español Ibex 35 han caído hasta 18% en el caso de BBVA y 5% en el caso de Bankinter, en las últimas dos semanas.

La situación sigue preocupante para los bancos españoles en la Bolsa de Madrid. Tan sólo desde la presentación de los resultados del primer trimestre del 2016, las siete entidades que cotizan en el Ibex 35 han perdido, en conjunto, 19,958 millones de euros de capitalización.

El mercado ha recibido negativamente las cuentas iniciales del año de la mayor parte de las entidades, en un contexto de crecientes dudas sobre la rentabilidad del sector.

Los inversionistas llevan meses poniendo en duda la capacidad de las entidades para mejorar sus números, con las tasas de interés oficiales en 0%, la facilidad del depósito del BCE en -0.4% y la ?desaceleración global.

La destrucción de valor es llamativa en el caso de BBVA, que perdió 7,180.23 millones de euros tras caer 18% desde el 27 de abril.

El banco que preside Francisco González anunció una caída de la utilidad de 53.8%, cuando el consenso de los analistas esperaba un deterioro en torno a 45 por ciento.

Nuria Álvarez, analista de Renta 4, destaca el riesgo de que BBVA pueda revisar a la baja el objetivo de utilidad. Kepler, UBS, Citi y Natixis han recortado en los últimos días el precio objetivo de las acciones del banco.

Popular es el segundo banco que más ha caído en Bolsa tras hacer públicas sus cuentas el pasado 29 de abril: 16%, lo que supone una baja de 775 millones en valor de mercado, que se situó en 4,586 millones de euros.

La entidad presidida por Ángel Ron acumula números rojos de 31.25% en el 2016 y ha quedado relegado al último puesto entre los bancos del Ibex por capitalización. Barclays recortó el precio objetivo de Popular de 2.8 a 2.5 euros.

CaixaBank ha sufrido también un fuerte traspié desde el 28 de abril, cuando presentó resultados. Las acciones pierden 15%, que representa 2,401.13 millones en valor de mercado. El mercado teme que la OPA sobre el portugués BPI le consuma capital , según Álvarez.

Fuerte pérdida

La destrucción de valor en el caso de Santander asciende a 7,534.80 millones de euros desde el 27 de abril, periodo en el que las acciones han caído 12%, colocando el marcador anual en un retroceso de 11.36 por ciento.

El banco que preside Ana Botín recibió hace dos días el respaldo de Barclays, que elevó su precio objetivo de 4.3 a 4.5 euros.

Álvarez dice que el banco Santander ha demostrado en el primer trimestre del año que sigue generando capital.

Bankia ha registrado un descenso de 11% en la cotización de sus títulos, tras presentar sus resultados, con lo que el banco valía 853 millones menos que el 29 de abril. JPMorgan y Barclays han reducido su precio objetivo hasta 1 y 1.1 euros por título, respectivamente.

Sabadell ha perdido 606 millones de euros, como consecuencia de la caída de 9% de sus acciones; 43% de las firmas que siguen el valor recomienda comprar.

El sexto lugar por capitalización de los valores del Ibex lo ocupa el banco Bankinter, con un valor de mercado de 5,680 millones de euros. Sus resultados han sido los mejor recibidos por los inversionistas y analistas.

Las acciones han caído 5%, esto es 184 millones de euros de capitalización, desde el 21 de abril. La evolución puede considerarse positiva teniendo en cuenta la debilidad del mercado durante las últimas jornadas.

Se añade la crisis del sector financiero italiano, que ha estado actuando durante todo el año como un foco de incertidumbre que de tanto en cuando se enciende, lo que dispara las ventas de las acciones bancarias europeas indiscriminadamente.

Comité de Basilea quiere pedir más capital a los bancos

EL COMITÉ de Supervisión Bancaria de Basilea tiene previsto requerir más capital a los bancos para cubrir los agujeros potenciales que podrían causarles sus fondos.

Fitch indica que estas necesidades adicionales de capital pueden resultar onerosas, por lo que los bancos afectados se resisten a la propuesta.

Al menos 34 bancos, gestoras de fondos y organizaciones de todo tipo han escrito a Basilea para cuestionar sus planes. Sólo ha trascendido el nombre de quienes han querido que su respuesta transcienda públicamente. Entre ellos se encuentran Santander y BBVA, ambos líderes y eternos rivales de la banca española, los cuales han considerado que la situación requiere una acción conjunta para sumar fuerzas ante la iniciativa del regulador bancario mundial.

Las grandes gestoras de activos y de patrimonios se enfrentan potencialmente a elevados requerimientos adicionales de capital si se adopta la propuesta, incluso si sólo una fracción de sus activos bajo gestión se clasifica como afectada , destaca Fitch.

Lo que teme Basilea es el riesgo de que los bancos que gestionan fondos de inversión, patrimonios o titulizaciones salgan a su rescate en momentos de turbulencias, pese a que no tengan obligación legal de hacerlo y aunque esos vehículos no están consolidados en el grupo. Para prevenir posibles problemas, Basilea cree que ese riesgo debe cubrirse a través de un mayor acopio de capital.

Santander y BBVA no están de acuerdo. Los dos bancos están preocupados sobre el efecto que la propuesta del Comité de Basilea, su alcance y sus potenciales implicaciones, pueda tener en la capacidad de los bancos para participar en actividades financieras clave, como la gestión de titulizaciones y de fondos , explica la respuesta conjunta.

Ambas entidades asumen que Basilea tiene razón en parte de su argumento. Reconocen que los bancos deben realizar valoraciones sobre la relación contractual y no contractual que tienen con las entidades que no consolidan y evaluar si esas relaciones pueden dar lugar al riesgo de implicarse en un rescate más allá de lo obligatorio.

BBVA y Santander consideran que la propuesta es demasiado amplia, que no se centra en las entidades que potencialmente pueden dar lugar al riesgo que el comité quiere contener, y que no tiene en cuenta que, incluso durante lo peor de la crisis, los problemas que surgieron fueron puntuales y limitados a bancos específicos.

Si finalmente Basilea decide adentrarse en ese territorio, BBVA y Santander creen que la forma que propone de medir el riesgo no es la correcta. A su juicio, debería tratarse como una parte integral de las evaluaciones internas de capital de cada entidad y de la valoración de los supervisores, porque eso permite estudiar todas las posibles circunstancias y peculiaridades de ese riesgo para la entidad en cuestión.

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