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Guerra en Ucrania da a las criptos la oportunidad de mostrar su potencial
El carácter independiente y descentralizado de las criptomonedas marca la diferencia, por encima del comportamiento de los precios en el mercado. Después de recibir millones de donativos en criptodivisas, Ucrania las volvió de uso legal en el país y ahora los bancos pueden abrir cuentas y brindar servicios con criptos.
La invasión de Rusia a Ucrania ha traído importantes consecuencias económicas para ambos bandos. Ucrania cumplió tres semanas como víctima de fuertes bombardeos; prácticamente todas sus actividades han sido impactadas. Rusia, por su parte, es ahora el país más sancionado económicamente del mundo.
En los mercados eso se ha traducido en un sube y baja de impulsos que movieron los precios desde el mayor pesimismo a un adelantado optimismo, con los inversionistas atentos a las noticias sobre esta guerra de Rusia contra Ucrania. Esto también se observa en los precios de criptodivisas como el bitcoin.
Después de haber experimentado un fuerte movimiento negativo, como también pudo observarse en los mercados de capitales, el bitcoin y otras criptomonedas consideradas actualmente activos de riesgo repuntaron. Los avances en los diálogos de paz les han proporcionado impulso.
En esta ocasión no ha sido su uso como activo de inversión (en muchas ocasiones de especulación) el que ha mostrado diferencia con otros mercados. Ante los problemas ocasionados por la guerra, su carácter independiente relució mientras los afectados lo descubrían como posible solución al cerco financiero.
Para Daniel Cawrey, director de estrategia de la Fintech estadounidense Passfolio, el repunte de los precios es la expresión de un contexto que dio a las criptomonedas la posibilidad de mostrar su potencial durante momentos complicados.
“Al principio los precios retrocedieron, pero en la medida en que la comunidad de las criptodivisas comenzó a donar dinero a través de ellas al gobierno ucraniano, muchos empezaron a darse cuenta de su potencial. Se ha informado acerca de 100 millones de dólares en cripto”, dijo a El Economista.
Muestra independencia en Ucrania
El 24 de febrero (día cuando se inició la invasión), el Banco Central de Ucrania suspendió el mercado de divisas y las operaciones con dinero electrónico y restringió los retiros de efectivo en moneda local. Esta medida incrementó significativamente el comercio de criptodivisas en ese país, que operan al margen de los bancos centrales.
“Eso muestra la naturaleza sin permiso de las criptodivisas, donde las personas son libres de realizar transacciones contra la opresión. Esto es algo que quienes han estado en cripto durante algún tiempo ya sabían, algo que era posible, pero nunca se había visto en su uso práctico”, dijo Cawrey.
Esta semana, luego de haber recibido una cascada de donaciones en tokens de bitcoin y otras criptodivisas como ethereum y dogecoin, Ucrania legalizó las criptodivisas, las volvió de uso legal en el país. Ahora no sólo las plataformas especializadas podrán ofrecerlas, los bancos podrán abrir cuentas y brindar servicios con criptos.
En Rusia crecen mientras el rublo cae
Uno de los efectos más pronunciados que se observó en los mercados, ahora disminuido, fue la depreciación del rublo como consecuencia de la guerra. Desde 81.15 unidades, la moneda rusa llegó a hundirse hasta 143 unidades por dólar y hoy se ubica en 104.80 rublos por unidad estadounidense.
Estos movimientos impactaron en los precios al consumo. Las primeras afectadas fueron las familias rusas. En ese mismo sentido lastimaron las sanciones contra la economía rusa que emitieron países occidentales para convencer a Vladimir Putin de detener la invasión.
Ante este desafío mayúsculo, el gobierno ruso prohibió comprar divisas extranjeras y también cerró temporalmente los mercados financieros del país. Otra medida la tomó el Banco Central de Rusia, que elevó a 20% su tasa de referencia para tratar de mitigar la inflación al consumo.
Ante las restricciones, las criptomonedas en Rusia vieron un incremento. De acuerdo con el periódico londinense Financial Times el comercio entre el rublo ruso y los criptoactivos como bitcoin y tether se ha duplicado desde que se inició la invasión “a 60 millones de dólares al día”.
De acuerdo con un informe del propio Gobierno ruso, existen más de 12 millones de billeteras cripto en el país y se calcula que al menos 12% de la población adquirió o recibió algún criptoactivo. Rusia es el tercer mayor minero cripto, según el informe del Kremlin (la minería cripto es el procesamiento de cómputo con el que se validan las cadenas de bloques de software que dan certeza a las operaciones cripto; sin minería es imposible desencriptar las cadenas y certificar la autenticidad de los activos).
¿Escape a las sanciones?
Después de que algunos bancos rusos fueron excluidos del sistema de transacciones internacionales (SWIFT) y los activos del banco central en otros países fueron bloqueados, se especuló sobre la posibilidad de que Rusia esté evadiendo las sanciones a través del mercado de criptomonedas.
Por ello el gobierno ucraniano solicitó a sus aliados que instaran a las plataformas de intercambio de criptomonedas también acatar el bloqueo financiero. La respuesta de estas compañías fue rotunda: cancelar los intercambios de criptomonedas va en contra de su principios básico, la libertad de los usuarios.
De cualquier forma, dijo Daniel Cawrey de Passfolio, a pesar de una capitalización de más de un billón de dólares “no es tan grande en comparación con las monedas respaldadas por el gobierno. Además, las prácticas antilavado de las empresas de criptomonedas son sofisticadas”, dijo.
Cerca del cierre de esta semana, los reguladores europeos advirtieron sobre riesgos de perder todo el dinero invertido en criptodivisas, que no bajaron de especulativas. Esta advertencia lograría poco en contextos como el ucraniano o el ruso, si bien todavía hay dudas muy serias.