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Tesla, con su peor sesión en cuatro meses
El precio de los papeles de la emisora del NASDAQ perdió ayer el piso de 300 dólares por unidad.
Tesla atraviesa por un momento de presión. Las acciones de la empresa de California, cayeron 6.80%, su peor sesión desde inicios de julio, y cerraron en 299.26 dólares, su nivel más bajo desde el 5 de mayo.
Al menos hay dos puntos de presión sobre las acciones de emisora del NASDAQ: un reporte trimestral que no cumplió con las expectativas de los analistas y una reforma fiscal que traería consecuencias negativas.
El miércoles, la empresa de Elon Musk no cumplió su meta de producción del Modelo 3 en el tercer trimestre, con sólo 260 vehículos ensamblados frente a una estimación de 1,500.
Tesla espera alcanzar una producción de 5,000 vehículos por mes a finales del primer trimestre del 2018, un retraso frente a un objetivo inicial para fines de este año.
La compañía dijo que tenía 3,530 millones de dólares de efectivo y activos equivalentes al 30 de septiembre.
A los problemas de entrega se suman sus pérdidas netas. Tesla reportó una pérdida de 619 millones de dólares, en el tercer trimestre, que se compara con una ganancia de 21.9 millones de dólares de un año antes.
La reforma fiscal
Ayer, la parte republicada del Congreso de Estados Unidos dio a conocer detalles de su reforma fiscal. Entre los puntos a destacar de la reforma es que los impuestos que se cobran a las empresas se reducirían de 35 a 20% (algo que podría beneficiar a Apple, por ejemplo) y los autos eléctricos perderían el incentivo de hasta 7,500 dólares, algo que hará más difícil su venta. Tesla sería una gran afectada.
Actualmente, el incentivo para la compra de autos eléctricos e híbridos va de 2,500 a 7,500 dólares por autos, dependiendo del tamaño de la batería.
Los incentivos han sido parte del éxito para estimular el desarrollo y el interés del consumidor en la nueva tecnología automotriz.
La Agencia Internacional de Energía dio a conocer que más de 2 millones de vehículos eléctricos están en circulación en todo el mundo, frente al millón del 2015.
“Eliminar el estímulo probablemente no provocaría de inmediato que las compañías automotrices abandonaran los vehículos eléctricos, pero podría causar una gran caída en el interés del público, ya que el incentivo financiero es un atractivo significativo para los compradores”, de acuerdo con un artículo de John Patrick Pullen, de Fortune. (Con información de Fortune y Bloomberg)