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Agua, ¿política prohibicionista?
Vienen nuevos ordenamientos gubernamentales que prohibirán las concesiones de agua en 16 entidades de la República Mexicana y en consecuencia, limitarán la instalación y/o la expansión de las empresas e industrias.
Hace unos días, la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, así lo informó durante el anuncio del inicio del proceso de licitación de los 10 polos de desarrollo en el Corredor Transístmico del Istmo de Tehuantepec.
Con la entrada en vigor de la Ley Minera, las empresas que quieran instalarse en zonas donde hay escasez de agua tendrán que pedir autorización al Presidente de la República, dijo.
Y reveló que no habrá concesiones nuevas para empresas en zonas con estrés hídrico, solo con la autorización del presidente, por lo que las empresas deben pensar en relocalizarse en regiones donde no exista el problema del suministro de agua.
El anuncio del decreto implica nuevas disposiciones prohibicionistas, bajo el pretexto de que no hay agua.De hecho es parte de lo que ya venía anunciando el presidente Andrés Manuel López Obrador, a partir de la crisis por la escasez de agua en Nuevo León, en agosto del año pasado 2022.
Desde entonces anunció que su gobierno ya no entregaría más concesiones para su explotación.
Conagua ya no va a otorgar concesiones; pero tiene que ver con las autoridades municipales y estatales, que cuiden estos recursos; que no pase lo que sucedió en la Laguna, ya eso no se puede repetir, dijo el Jefe del Ejecutivo.
Unos días antes, en el Diario Oficial de la Federación (DOF) se publicó el "Decreto por el que se establece el plan de acción inmediata para atender la emergencia por el desabasto de agua potable para uso público urbano y doméstico en los municipios afectados por baja disponibilidad en sus fuentes de abastecimiento y por sequía en el estado de Nuevo León".
En ese decreto se declaró como un asunto de seguridad nacional la crisis en ese estado y se ordenó tomar el control de las concesiones de privados para destinar el líquido a uso doméstico y urbano.
Por ser causa de utilidad pública, de interés público y un asunto de seguridad nacional, se ordenó aprovechar temporalmente los derechos de agua existentes, mediante la modificación o reducción provisional de volúmenes concesionados, destinados para usos distintos del doméstico y del público urbano, dispuso el decreto.
Fue una medida específica para el Estado. Y en la circunstancia, los empresarios locales aportaron parte de los recursos hídricos concesionados.
Previamente, en el año 2020, se registró el caso de la empresa Constellations Brands a la que obligó a trasladar la construcción de su planta de producción de cerveza del norte del país al estado de Veracruz.
En febrero de este año, vendría el capítulo de Tesla. Se registró la declaración presidencial de que no permitiría que se instalara en Nuevo León por la falta de agua y al final, terminó cediendo ante la decisión del magnate.
Ahora, frente al lanzamiento del mega proyecto emblemático del sexenio lopezobradorista, el Corredor Transístmico del Istmo de Tehuantepec, Buenrostro fue muy específica frente a la audiencia que la escuchaba.
Dijo a los asistentes, entre quienes se encontraban representantes de la industria automotriz, “Esto es importante para que lo sepan, yo sé que muchos de ustedes, sobre todo del sector automotriz, están en El Bajío, están en la zona norte, si ahorita ya tienen concesiones y ya tienen instalaciones nuevas, no hay problema; pero si requieren un mayor volumen, ya no va a haber autorización (si están en zonas de escasez de agua); sí, es importante ver dónde van a crecer”.
El automotriz es uno de los sectores económicos considerados por el actual gobierno para la sustitución de importaciones; es una de las industrias estratégicas para la relocalización y es evidente que está considerada entre aquellas que tendrían que integrarse a la plataforma de manufactura y logistica en que se pretende convertir el Corredor Interoceánico.
Lo que no parece adecuado es que se pretenda ejercer coerción, con el pretexto de la falta de agua para que la automotriz y todas las que están siendo consideradas como estratégicas, para que se instalen en el Corredor Interoceánico.
El proyecto es muy prometedor, pero el principal riesgo que tiene es que se está lanzando en la parte final del sexenio y hay dudas de lo que pueda ocurrir con su destino en la próxima administración. Al tiempo.