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Así es como la CFE ordeña la red eléctrica
En 2022, los gastos de la CFE excedieron sus ingresos otra vez. De acuerdo con la cuenta pública elaborada por Hacienda, la CFE “desahorró” unos 20,000 millones de pesos.
Desagregando sus resultados, mucho era de esperarse. En generación eléctrica, por ejemplo, la CFE con trabajos logró cubrir sus costos. Juntas, sus seis subsidiarias de generación con trabajos generaron ganancias de 2,000 millones de pesos. Pero su base de ingresos es de más de 230,000 millones de pesos. Es decir que, a pesar de los obsesivos esfuerzos de la Sener, el Cenace y la propia CFE por colar más de sus plantas en el orden de despacho del sistema eléctrico nacional, el margen de utilidades fue de menos del 1 por ciento. Como referencia, la inflación fue de 7.8 por ciento. Que la CFE genere tanta electricidad sigue siendo un mal negocio para los mexicanos.
CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos obtuvo un total de “ingresos y beneficios varios” de 47 millones de pesos. Pero gastó 263 veces lo que ingresó. El corporativo de la CFE también perdió, por sí sólo, 110,000 millones de pesos. Y eso que registró, al menos en los libros contables, ingresos y beneficios totales por 294,000 millones de pesos (unos 15,000 millones de dólares).
Donde si le fue bien a la CFE, para variar, es en la extracción de rentas de sus monopolios. CFE Transmisión registró ganancias aparentes por 16,000 millones de pesos, con un margen de 16.4 por ciento. A CFE Distribución no le fue tan extraordinariamente bien. Ganó un poco menos que Transmisión, y sobre una base de ingresos mayores. Pero su margen de 7.8% sigue siendo muy alto. En muchos países, de hecho, esos niveles de utilidades hubieran resultado en intervenciones de los reguladores: si Transmisión y Distribución son monopolios regulados, que tienen un negocio seguro a partir del cobro de derechos (o rentas), márgenes por encima del 6% típicamente muestran que la empresa monopólica está cobrando mucho e invirtiendo poco. Es decir, las ganancias aparentes de CFE ya generan una sospecha de abuso monopólico.
Pero esa no es toda la historia. Detrás de la contabilidad de CFE en Transmisión y Distribución, como expliqué en una serie sobre “subsidios ocultos”, se esconden transferencias intercompañía multimillonarias. En 2022, para subsidiar de forma cruzada su operación, Transmisión y Distribución le transfirieron 76,000 millones de pesos a Suministro Básico (que de todos modos perdió otros 70,000 millones de pesos). El resultado, por una parte, es que se maquillaron las exorbitantes pérdidas de esta unidad de negocio. Por la otra, se evitaron registrar (al menos para el público) los verdaderos márgenes que la CFE exprime de operar el Sistema Eléctrico Nacional de forma monopólica.
Ya descontando estos efectos, CFE Transmisión hubiera registrado un abusivo margen de 49.7% en 2022. CFE Distribución, por su parte, hubiera registrado uno de 35.2 por ciento. Tan sólo este año, las ganancias reales en Transmisión y Distribución habrán rondado los 90,000 millones de pesos.
Desafortunadamente, esto no es un hecho aislado. Es un patrón. También ocurrió, en distintas proporciones, en 2019, 2020 y 2021. Va que vuela para repetirse en 2023. Quizás no haya una reforma más urgente para 2024 que quitarle a la CFE estos monopolios, o forzarla a reinvertir las ganancias extraordinarias en la red. Al final del día, no hay una causa más clara de apagones que la subinversión de CFE en la red eléctrica nacional. Ni un mayor impedimento para el crecimiento de la energía limpia.
@pzarater