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Opinión

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Fed: ¿crecimiento económico o convergencia inflacionaria?

El banco central de los Estados Unidos sabe que los incrementos de la tasa de interés generarán una desaceleración de la economía, pero está firme en bajar el nivel inflacionario en Estados Unidos

Como estaba ampliamente descontado por el consenso de mercado, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Reserva Federal (Fed) tomó la decisión, de manera unánime, de aumentar la tasa de fondos federales en +75 p.b. para ubicarla en un rango de 3.75% - 4.00%, con lo que hila cuatro incrementos consecutivos de la misma magnitud.

Como ya es costumbre, dentro del comunicado se señaló que los principales indicadores de gasto y producción apuntan a un crecimiento modesto. Asimismo, destacó que, en meses recientes, las ganancias en el mercado laboral han sido robustas y la tasa de desempleo se ha mantenido baja. Sin embargo, la inflación continúa en niveles elevados, debido a los desequilibrios de oferta y demanda relacionados con la pandemia y altos precios de energéticos y alimentos, así como presiones de precios más amplias. Aunado a lo anterior, se mencionó la importancia, en términos de pérdida de bienestar, que el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania ha acarreado para prácticamente todas las naciones.

En tal contexto, el FOMC decidió instrumentar un incremento de la misma magnitud respecto a las tres decisiones anteriores (junio, julio y septiembre de 2022), como medida principal para intentar frenar la aceleración en el índice de precios.

En esa línea, la inflación en Estados Unidos parece haber encontrado un techo en junio de este año, ya que se situó en un nivel de 9.1% de manera anual. Sin embargo, a pesar de que, en meses recientes, la inflación general ha presentado señales de moderación al regresar al 8%, dicho nivel se encuentra sustancialmente alejado de la meta inflacionaria del Fed, así mismo, el componente subyacente, lejos de desacelerarse junto al índice general, no ha hecho más que incrementar lectura tras lectura, reflejando las presiones inflacionarias.

Si bien, la anterior decisión no fue sorpresa, el tono monetario que ha venido adoptando el Fed ha provocado fuertes ajustes en la mayoría de los índices bursátiles alrededor del mundo, particularmente en el índice tecnológico NASDAQ.

En tal coyuntura destaca la expectativa de las próximas decisiones de la autoridad monetaria. Algunos miembros del mercado empezaron a vislumbrar una desaceleración en el ritmo de restricción monetaria, sin embargo, el órgano central dejó claro que, si bien se está estudiando esa posibilidad, no existen garantías de que suceda ya que existe aún un camino largo por recorrer. En ese sentido, y ante los más recientes datos, consideramos que el Fed no puede darse el lujo aún de reducir la magnitud del apretamiento monetario; desde nuestra perspectiva vemos tres principales aspectos para seguir con una nueva alza de 75 pb en su próxima reunión de diciembre.

Primero, el componente subyacente de la inflación, el que presume ser más susceptible a la política monetaria y dicta la tendencia de largo plazo de la inflación, no ha dado señales de desaceleración y el componente general se ha desacelerado por la influencia de los energéticos, no obstante, aún permanece vigente la incertidumbre y el sesgo al alza por las posibles decisiones del cartel de la OPEP o reavivaciones en el conflicto geopolítico.

Segundo, las contracciones en la actividad económica de -1.6% y -0.6% registradas en el primer y segundo trimestre del 2022, respectivamente, se vieron opacadas por el incremento del PIB estadounidense de +2.6% a tasa trimestral anualizada, lo cual presiona a que la autoridad monetaria continúe dirigiéndose hacia terreno restrictivo en aras de contribuir a la tan anhelada convergencia inflacionaria.

Finalmente, y en línea con el mandato dual del Fed, el mercado laboral ha mostrado gran fortaleza, lo que abona a las presiones inflacionarias, y deja de manifiesto que la economía tiene fundamentales sólidos y sobre estimulada por mucha liquidez, por lo que el órgano central deberá seguir construyendo las condiciones para lograr llegar a su meta inflacionaria utilizando la herramienta monetaria más representativa: la tasa objetivo.

Los efectos desfavorables de altas tasas de interés se resentirán en el dinamismo económico, no obstante, consideramos que el banco central estadounidense es consiente que la inflación es un fenómeno más complejo y con mayores afectaciones al bienestar general de la población, por lo que no dudará en mandar las señales de compromiso necesarias, aunque se sacrifique crecimiento económico.

alain.jaimes@signumresearch.com

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