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Innovación y capitalismo
El análisis de Greenspan y Wooldridge es perspicaz y educativo. Explora cómo el capitalismo ha moldeado la sociedad estadounidense. Greenspan, cercano a los 100 años, sigue siendo controvertido.
Alan Greenspan acaba de cumplir hace unos meses 98 años. Fue presidente de la Reserva Federal por 19 años. Es, sin duda, una figura controvertida. Algunos lo admiran, mientras que otros lo condenan por haber sido quien ocasionó dos crisis financieras, debido a una política monetaria en extremo laxa: la crisis del dot.com en los noventa y la compleja crisis subprime que estalló en 2008. Sus detractores reconocen que mentes brillantes, como la suya, también cometen errores. Por ejemplo, el concepto de comunicación de la banca central que profesaba Greenspan era muy alejado de la transparencia y claridad de lenguaje que hoy profesan los bancos centrales. Su idea era esconder su verdadera opinión en oraciones largas y complejas con palabras rebuscadas para obstaculizar intencionalmente cualquier respuesta del mercado. Célebre fue su frase: “Si creen que me entendieron, entonces me expresé mal”. Retóricamente se apoyó en la figura del oxímoron, dando origen a palabras y frases contradictorias como “exuberancia irracional” para advertir la formación de una burbuja de activos en el mercado accionario; u otro al defender la autorregulación financiera de los derivados al señalar poco antes de la crisis de 2007-2008 que los mercados ya habían alcanzado una madurez tal que podían regularse a sí mismos.
Intelectualmente Greenspan sigue activo. Su último libro lo publicó en 2018 en coautoría con Adrian Wooldridge (editor político de The Economist) bajo el título de “Una historia sobre el capitalismo en Estados Unidos”. Hoy día en que se han renovado los vituperios contra el capitalismo, vale la pena desempolvar este libro.
La obra, con rigor analítico e histórico, explora cómo el capitalismo estadounidense ha sido una fuerza dinámica y transformadora a lo largo de la historia, ofreciendo una amplia y detallada revisión de su evolución.
Uno de los temas centrales es la innovación. Los autores argumentan que el éxito económico de Estados Unidos se debe en gran parte a su capacidad para innovar. Desde el telégrafo y el ferrocarril en el siglo XIX hasta la revolución digital en el siglo XXI, la historia económica del país está llena de ejemplos de cómo la tecnología y la creatividad han impulsado el crecimiento, la acumulación de riqueza y la prosperidad. Aunque los autores reconocen que el capitalismo también ha generado disparidades significativas que urge abordar mediante políticas públicas más equitativas.
Pero los autores no sólo celebran las aportaciones del capitalismo, sino que también examinan sus fallas y crisis, como la Gran Depresión, las recesiones y la crisis financiera de 2008 (una autocrítica, algo débil, de Greenspan).
El análisis de Greenspan y Wooldridge es perspicaz y profundo, envuelto en una narrativa educativa. El libro ayuda a comprender cómo el capitalismo ha moldeado, y seguramente continuará moldeando a la sociedad estadounidense, aunque esto último puede ser debatible. Pero la controversia está en la naturaleza de Greenspan quien, ya próximo a sus 100 años, sigue dando de qué hablar.
X: @frubli