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La consulta, éxito del INE
Se realizó la primera consulta ciudadana formal en México y fue todo un éxito.
Así lo considera el presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova.
Parecería ilógica la afirmación del titular del órgano ciudadano considerando que la votación rondó apenas el 7.1% del total de la lista nominal.
Más de 90 millones de mexicanos habrían desairado la consulta ciudadana. Sin embargo, la realidad es que Córdova tiene razón.
Se trata de un proceso exitoso, porque pese a la intensa campaña de desprestigio en contra del INE, éste salió avante con la organización de un ejercicio democrático que se realizó basado en la Constitución y al mismo tiempo mantuvo, sobre sí, la confianza y credibilidad.
El número de participantes en la consulta, ciertamente es muy bajo. Y lo es más si se compara con otros ejercicios democráticos similares en Latinoamérica.
Sin embargo, lo importante es que a pesar de todos los obstáculos para la realización de la consulta, principalmente el presupuestal, por primera vez se realizó una consulta con la legalidad y seriedad que garantiza el órgano con mayor credibilidad entre los mexicanos, el Instituto Nacional Electoral. Por eso es un éxito.
Porque a pesar de que tenía todo en contra, el INE se comprometió y realizó la consulta. Y porque a pesar del peso de las voces, incluida la presidencial, que pugnaron por desacreditar al órgano electoral, trabajando con seriedad el INE, logró realizar el primer ejercicio democrático con todas las de la ley.
Las consultas que se han registrado a lo largo del actual gobierno, como las que se realizaron para decidir si se cancelaba o no la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México o si se mantenía o cancelaba la construcción en Mexicali de la planta cervecera, no tuvieron el carácter legal necesario.
En cambio, la consulta de este domingo primero de agosto, se efectuó estrictamente como lo marca la Constitución. El INE tenía poco margen para salir avante pero lo logró con inteligencia y paciencia.
Las mentiras fueron muchas y su reiteración las hacía aplastantes. Que el INE estaba boicoteando la consulta; que el INE no quería instalar más casillas; que el INE no hizo la suficiente difusión; que el INE cambió la fecha, y un largo etcétera.
Y las amenazas en contra del INE fueron muy graves. Desde aquellas que pidieron el “exterminio” del órgano electoral hasta aquellas que pidieron que las elecciones las volviera a organizar la secretaría de Gobernación.
A pesar de todo, las acciones del INE se mantuvieron todo el tiempo en la línea de llevar adelante la consulta.
De hecho, originalmente propuso instalar 104,000 casillas o mesas de opinión. Pero no lo dejaron. ¿Quiénes? Los mismos que lo acusaban de boicot.
Y es que una cosa es el discurso y otra la realidad. Para instalar las 14,000 casillas o mesas de opinión, se requería de un presupuesto de 1,500 millones de pesos.
En la Cámara de Diputados, le dijeron al INE simple y sencillamente: no te vamos a dar ni un peso más. En la Secretaría de Hacienda, le contestaron que es mucho.
Frente a una segunda alternativa de 90,000 casillas o mesas de opinión, en Hacienda le dijeron al INE que en el gobierno tenían otras prioridades y que ajustaran su presupuesto; que lo redujera. El INE tuvo que hacer economías, cancelar proyectos y decidió instalar 57,000 casillas o mesas de opinión a un costo de 528 millones de pesos.
Acusaron al INE de no hacer la promoción suficiente. Pero fueron los diputados y los senadores quienes previamente que se hiciera promoción a partir del 15 de julio porque quisieron más tiempo para propaganda gubernamental.
También fueron los legisladores quienes cambiaron la fecha de realización de la consulta y luego culparon al INE.
Por eso está claro que la consulta fue un éxito porque finalmente se realizó respetando el marco legal. La consulta fue exitosa porque da certeza jurídica y eso es muy positivo para México.
Atisbos
Y a propósito de ejercicios democráticos, viene el de la Revocación de Mandato, cuya ley a la fecha, todavía no existe, a pesar de que los 18 meses para que el legislativo la emitiera ya se cumplieron. Al tiempo.