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Landsteiner, problema de caja
La noticia es que uno de sus acreedores demandó por incumplimiento y solicitó el inicio de concurso mercantil en contra del laboratorio mexicano Grupo Landsteiner.
Extraoficialmente se sabe que este laboratorio, presidido por su fundador Miguel Granados, arrastra una deuda por alrededor de 90 millones de dólares, principalmente con bancos.
Aunque la cantidad es importante, la realidad es que el monto de la deuda es razonable para el tamaño de la empresa. Sus plantas y registros tienen un valor muy superior.
Se trata del primer laboratorio que en el contexto de la severa crisis sanitaria que ha vivido México resulta afectado por esta especial situación. Puede afirmarse que se trata básicamente de un problema de caja o para decirlo más claramente de flujo.
Y se registra en un contexto difícil: la recesión que provocó la pandemia, el cambio de modelo de compras y distribución de medicamentos y material de curación en el gobierno y el singular apremio que están viviendo las unidades productivas del país.
El cruce entre el nulo apoyo gubernamental y, el soporte que se han dado, entre los proveedores terminó por romperse por lo más delgado.
En días pasados la compañía impresora Grupo Zamberk, demandó por incumplimiento de pago a sus acreedores, que la justicia federal integre el procedimiento de concurso mercantil en contra del Grupo Landsteiner Scientific.
Este laboratorio, anunció en septiembre de 2020 pasado la compra de 32 millones de dosis de la vacuna Sputnik-V contra el coronavirus para la población mexicana.
En esa fecha informó que había firmado un convenio con el Fondo de Inversión Rusa para la entrega de los biológicos contra el Covid-19 y en caso de que este pedimento fuera aprobado por Cofepris, las vacunas comenzarían a surtirse en noviembre del año pasado.
De acuerdo con el expediente 287/2021, el juzgado décimo de distrito en materia civil, con sede en la Ciudad de México, aceptó la demanda de Grupo Zambek en contra de Grupo Landsteiner.
En el acuerdo, se menciona la aceptación de la demanda “de declaración de concurso mercantil de la sociedad denominada Grupo Landsteiner”.
El juez ordena que se dé vista a la empresa señalada como insolvente, y en los próximos nueve días deberá contestar la demanda “para que dentro del mismo término, en su caso, ofrezca las pruebas” a su favor.
Además informó que la empresa demandada deberá garantizar los montos exigidos por Zamberk, aunque procederá a “proteger los intereses de los acreedores y la masa de la empresa, por tanto, resulta dable otorgar las providencias precautorias solicitadas por la actora”.
En su página web el laboratorio Landsteiner menciona que es líder en el desarrollo, fabricación y comercialización de medicamentos genéricos, biotecnológicos, entre otros insumos para el cuidado de la salud.
Que opera dos plantas “farmacéuticas con tecnología de última generación, bajo procesos y procedimientos certificados, rigurosos controles y estándares de calidad”.
Produce más de 200 presentaciones de medicamentos “que cubren la demanda del mercado de exportación, privado y de las principales instituciones de salud pública en México”.
Landsteiner –según versión extraoficial– tiene una nueva división de dispositivos médicos asociados, con Osang de Corea del Sur, y una nueva clave de Favipiravir contra el Covid-19, fabricada por Fuji y ya autorizada por Cofepris.
Se trata de una empresa mexicana con más de 20 años en el mercado que “se ha rascado con sus propias uñas” como lo han hecho y siguen haciendo cientos de empresas nacionales.
Hasta donde se sabe la administración de la compañía está convencida de que el Concurso Mercantil al que ha sido sujeta, representa un respiro, una oportunidad para reorganizarse financieramente y superar el trance.
Es el primer laboratorio que cae en el impago. Ojalá no haya más casos.
Veremos.
