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Opinión

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López: T-MEC y pobres

T-MEC

Como resultado de la reunión de López, Biden y Trudeau se acordó impulsar la competitividad de la región T - MEC mediante la atracción de una industria manufacturera de alta tecnología, como los semiconductores, además de crear cadenas de suministro regionales, la inversión en la educación tecnología y el impulso a la generación de energías limpias para cumplir con los compromisos asumidos en materia de combate al cambio climático así como la inversión en la electrificación del parque vehicular incluido el fomento a la producción de baterías (con la requerida inversión en la minería de minerales como es el litio). 

Así, la declaración final de la reunión apunta a impulsar las políticas que se traduzcan en una región norteamericana más integrada y competitiva. Se acordó, en consecuencia, la creación de un comité de funcionarios de los tres países para hacer un diagnóstico de qué es lo que se requiere para lograr los objetivos planteados (más sobre esto en el siguiente artículo). 

Eso fue lo que se acordó. El presidente López, o estaba distraído rememorando como aterrizó el avión presidencial estadounidense en el AIFA y su viaje de más de una hora en la “Bestia” con el presidente Biden en un trayecto lleno de baches o no entendió nada y nos mostró, nuevamente, que vive atado al pasado. Pueden ser ambas cosas porque en la conferencia de prensa al final de la reunión (que groseramente convirtió en una vespertina) señaló, erróneamente, que se había acordado impulsar la sustitución de importaciones al nivel regional y nombró a Ebrard, Ramirez de la O, Buenrostro y Romo, los “cuatro fantásticos”, formar parte del mentado comité. 

López, como lo ha mostrado en diversas ocasiones y en diferentes ámbitos, vive mentalmente en un pasado que él considera glorioso y al cual quisiera que México regresara. Lo vemos en su intención de regresar a un sistema político hegemónico con un presidente fuerte, sin contrapesos institucionales y sin tener que rendir cuentas. Lo vemos en su política energética basada en la adopción de políticas discriminatorias a favor de Pemex y CFE (violando, dicho sea de paso, el T - MEC). Y ahora lo volvemos a ver con su idea de instrumentar una política de  sustitución de importaciones similar a la que se adoptó en México durante la década de los sesenta del siglo XX pero ahora al nivel regional norteamericano. No solo es imposible; es una notable tarugada. 

Pobres

Como su pecho no es bodega, el presidente López se sinceró y en público, a todo color, dijo que para él la única utilidad de los pobres es para ganar y mantenerse en el poder, que el apoyo que se les da es solamente por estrategia política y que no se puede confiar ni en la clase media ni en los ricos para apoyar su proyecto. Esta declaración se suma a una que había dicho con anterioridad en donde afirmó que los pobres eran como mascotas que había que cuidar y alimentar.

Nunca antes en algún país, como ahora en México, la política económica se había diseñado expresamente para mantener a la población en la pobreza y, de ser posible, generar más pobres; esto es precisamente lo que ha hecho López. Prácticamente todas sus decisiones han sido para mantener pobre a la gente pobre: minar la certeza jurídica para desincentivar la inversión y el crecimiento, derogar la reforma educativa y dejar la educación en manos del sindicato con la consecuente caída en la calidad, la desaparición de Prospera y del Seguro Popular, la cancelación de las guarderías infantiles que castigan laboralmente a las madres, la cancelación de las escuelas de tiempo completo que atendían a los niños más pobres, el debilitamiento de la Cofece y del IFT y el combate a las prácticas monopólicas mientras favorece el capitalismo de compadrazgo de sus cuates, etcétera. Es vergonzoso que el presidente expresamente utilice a los pobres como un instrumento de control político, sujetos al chantaje y a la extorsión por parte de él mismo, sus funcionarios y su partido político.

Y no se sorprendan ni se caigan de espadas porque sí se sabía, al menos desde 2006.

Al margen: la ministra pirata Yasmín Esquivel no va a renunciar ni le van a quitar su cédula profesional porque a López le sirve que esté en la Corte para tratar de evitar que sus arbitrariedades, como el “plan B”, sean declaradas inconstitucionales. 

ikatz@eleconomista.com.mx

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Economista y profesor. Caballero de la Orden Nacional del Mérito de la República Francesa. Medalla al Mérito Profesional, Ex-ITAM.

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