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Maíz y trigo, ¿flama social?
El aeropuerto de Culiacán, Sinaloa está tomado (ayer 14 de junio, a las 16:30 horas cumplió 24 horas sin operar) por los productores de maíz de la entidad en protesta porque el gobierno federal no responde a su llamado de auxilio frente a la catástrofe agrícola que anticipan se registrará en el país por el riesgo de la quiebra de miles de productores.
Es la expresión de inconformidad de mayor magnitud que han tomado los agricultores hasta hoy, de una diversidad y numerosa cantidad de acciones y manifestaciones, en distintos estados de la República Mexicana.
Los productores de las entidades norteñas, consideradas como el granero del país, están al borde de la desesperación por la inviabilidad económica en la que se encuentran.
Les cayó la tormenta perfecta, con: aumento de los costos de producción; la caída de los precios del mercado, entre ellos un descenso del 24% en los futuros de maíz y de 37% del trigo; la apreciación del peso, que impacta en un precio menor por tonelada de los granos y, el aumento de 131% en el precio de los fertilizantes en el año 2022, por la guerra de Rusia y Ucrania.
La producción de maíz cuyo valor estimado es de 166 mil millones de pesos, ¡está en riesgo!
En paralelo a la sucesión presidencial o como les gusta decirle oficialmente, a la contienda por el liderazgo en la defensa de la cuarta transformación, el gobierno federal, simple y sencillamente no les escucha ni les responde.
Los gobiernos locales de Sinaloa y Sonora están rebasados. No tienen la facultad ni la capacidad para responder las demandas de los agricultores. Hasta ahora se han limitado a ofrecer el apoyo limitado que ofrece el gobierno federal a los pequeños productores.
Ayer, en el colmo de la paradoja, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha –a través de su cuenta de Twitter– llamó a los productores agrícolas a acudir “juntos a protestar contra los verdaderos responsables de que sus cosechas se malbaraten: Gruma, Cargill y Minsa. Soy su aliado y codo a codo con ustedes exigiré trato y precio justo a su trabajo”.
El subsecretario de Agricultura local, Ramón Gallegos y el subsecretario de Gobierno, Rodolfo Jiménez se acercaron con los agricultores que mantienen tomado el aeropuerto de Culiacán, para ofrecerles el apoyo a los pequeños productores.
A gritos lo rechazaron y le pidieron que le explique al gobernador sus demandas completas.
Son 5 : 1.- Pago total de la producción de 4 millones de toneladas de maíz que están fuera del Programa de Segalmex y del gobierno del estado, al precio de garantía: 6,965 pesos por tonelada. 2.- Reabrir el sistema de Segalmex para los productores que quedaron por fuera del pre registro por pagos extemporáneos. 3.- Pagar la producción acopiada en las bodegas a los productores de manera masiva, a la brevedad posible. 4.- Movilizar la producción de las bodegas para permitir el acceso de la cosecha de maíz restante. 5.- reunión con el C. Gobernador para seguir gestionando las demandas de los productores ante el Presidente de la República.
Hasta ahora, los productores agrícolas se han reunido con los secretarios de Gobernación, Adán Augusto López y Víctor Villalobos, pero no les han dado la respuesta que demandan.Exigen que los reciba el presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque sostienen que hasta ahora no les han resuelto por los prejuicios presidenciales.
El Jefe del Ejecutivo sólo quiere apoyar a los pequeños productores y al resto los califica de productores ricos y no los quiere apoyar.
Los productores estiman que se requieren entre 10 mil y 12 mil millones de pesos para evitar la quiebra.
Y afirman que tal rescate está previsto en el artículo 107 la Ley de Desarrollo Rural Sustentable que prevé la intervención gubernamental ante situaciones críticas como la que viven hoy.
Las protestas han ido creciendo con los días y las semanas.
Han ido desde la toma de plantas de Pemex, toma de carreteras, bloqueo de plantas de ferrocarril en Sinaloa, Sonora y Tamaulipas.
Se trata de la inconformidad de los agricultores de más de una decena de entidades de la República Mexicana.
Principalmente de los estados de Sinaloa, Sonora y Tamaulipas, que son los productores número uno de maíz, trigo y sorgo respectivamente.
Parece que se está gestando una flama social entre los productores del granero del país.