Lectura 4:00 min
Pedro Sánchez se une a Lula y a Petro en la misión: salvemos a Maduro
Washington. El presidente español Pedro Sánchez está muy agradecido con José Luis Rodríguez Zapatero por el apoyo que le brindó durante las pasadas elecciones legislativas.
El expresidente Zapatero realizó una campaña muy intensa en medios de comunicación para defender a su amigo y, al mismo tiempo, para atacar al Partido Popular (PP), en particular a su líder, Alberto Núñez Feijóo.
Las reacciones del presidente Sánchez sobre lo que ocurre en Venezuela hacen pensar en la influencia que tiene Zapatero sobre su persona particularmente en este tema.
Hoy, Zapatero regresa a la primera línea de defensa de Nicolás Maduro. Ya no es noticia. Ya son varios años de complicidades entre Zapatero y Maduro. Es claro que entre ambos existe una relación laboral: el venezolano paga y Zapatero cobra. Zapatero a tu zapato.
Son pocos los que defienden el fraude electoral del venezolano, pero Zapatero lo hace desde Washington a través de su amigo Tom Shannon, otrora subsecretario de Estado y embajador de Brasil con Obama.
La postura del presidente Pedro Sánchez parece más equidistante que democrática.
Tal pareciera que a Madrid llegan noticias sobre el fraude electoral con un mes de retraso. Sánchez sigue esperando que Maduro muestre las actas electorales que supuestamente lo dan como ganador, escenario que la oposición detonó en menos de 12 horas luego del cierre de casillas, es decir, desde la madrugada del 29 de julio, la oposición sabía de su victoria porque las actas son las oficiales del Consejo Nacional Electoral.
Pedro Sánchez se une al dueto Lula y Petro.
¿Cuánto tiempo requerirá Pedro Sánchez para acercar su posición a la de Josep Borrell, Alto Representante de Política Exterior de la Unión Europea?
Felipe González, y no Pedro Sánchez, ha sido crítico sobre Zapatero. Su función de blanquear la dictadura no ha encontrado límites.
Zapatero visitó El Economista hace algunos años con el único objetivo de minimizar las dudas sobre el comportamiento tiránico de Maduro, de quien desde hace cinco años pesa sobre su espalda serias acusaciones formuladas por la ONU en materia de derechos humanos.
Fue Michelle Bachelet la que ordenó una investigación independiente sobre actos represivos del régimen madurista. Pero tal parece que, para Zapatero, las críticas de varios presidentes latinoamericanos sobre Maduro se tratan de una ramplona confabulación del Grupo de Lima.
Es, para Zapatero, el Grupo de Puebla, el que debe de definir el significado de democracia.
Los medios de comunicación aliados de Sánchez repiten las versiones del Gobierno sobre Maduro. Por ejemplo, la Cadena SER. Dos de sus analistas, Antón Losada y Mariola Urrea desarrollaron la semana pasada una defensa grotesca sobre el caso.
Losada y Urrea transfieren empatía y confianza sobre Maduro. Pobre político, lo critican muy feo a través de actos injerencistas. Hay que dejarlo en paz, y si quiere mostrar las actas electorales dentro de 10 años, que lo haga. Le vamos a creer.
El presidente Pedro Sánchez ingresa a una zona de desgaste en Latinoamérica. Tal pareciera que su temor al insomnio bajo el escenario de una alianza con Pablo Iglesias no ocurrió. No solo eso, sus posturas sobre Venezuela se parecen más a la de Juan Carlos Monedero, el personaje engañabobos que ha encontrado en México un mercado atractivo y amplio con dicho perfil.
Zapatero, Monedero, Sánchez, Lula, Petro y AMLO, cómplices del tirano.
Y la Cadena SER, del Grupo Prisa, con analistas estrellas, también engañabobos.
@faustopretelin