¿Porque no reemplazan a Joe Biden?… Aquí todas las respuestas

Esta es la pregunta que todos me hacen. Obviamente, la cuestión de la edad y de las aparentes equivocaciones hacen que la gente se pregunte ¿en qué diablos está pensando el partido demócrata y porque no lo cambia? Las respuestas, son:

Primero

El partido demócrata no tiene esa capacidad. En Estados Unidos los partidos son la maquinaria que ayuda a ganar a los candidatos. A diferencia de México y otros países, los partidos no nombran a los candidatos.

Segundo

En Estados Unidos no hay un órgano nacional que organice, controle y supervise elecciones. Los 50 estados son quienes deciden, con sus propias leyes y reglamentos, como se llevan a cabo esas elecciones; tanto las elecciones generales de noviembre como las primarias, que están empezando el martes 23 de enero y que terminarán el 4 de junio.

Las elecciones primarias son las que permiten un proceso de selección de varios posibles precandidatos. Este proceso de elección permite que la gente elija al mejor prospecto para ser presentado como candidato de alguno de los dos partidos políticos principales de EE. UU. El proceso se aplica en todos los puestos de elección popular desde los locales hasta las elecciones presidenciales.

Tercero

Desde abril de 2023, Biden se apegó a buscar un segundo mandato y con esa acción despejó el campo de serios rivales demócratas. Cuando esto ocurre los políticos de los partidos se hacen a un lado y le dejan el campo libre al presidente.

La gente leal a Biden, cita con mucho entusiasmo su historial en el cargo, argumentando que el partido no necesita un plan de respaldo para derrotar al probable candidato republicano, Donald Trump, a quien Biden venció en las elecciones del 2020. A muchos demócratas, lo que sí les exaspera es que Biden, después de cuatro años como presidente, no tenga un mejor equipo de comunicaciones que difunda los muchos logros que ha tenido en su presidencia. 

Cuarto 

Ya es muy tarde para reemplazar a Joe Biden como el candidato presidencial demócrata porque ya estamos dentro de las elecciones primarias, que empezaron el 15 de enero con las asambleas de votantes en Iowa, continuando el 23 de enero en Nueva Hampshire y terminando el 4 de junio con las votaciones en Montana, Nueva Jersey, Nuevo Mexico, Dakota del Sur y el Distrito de Columbia. En este proceso los 50 estados votan por eso el proceso toma 6 meses. 

En estas primarias se seleccionará quiénes serán los dos principales candidatos presidenciales. Hoy se ve que esos candidatos serán otra vez, Joe Biden por los demócratas y Donald Trump por los republicanos. 

Algo muy importante que recordar es que cada estado en la Unión Americana tiene sus propias reglas electorales y en más de la mitad de ellos ya se cerró el tiempo para que surjan otros candidatos. Los plazos para ser registrado como candidato a las elecciones primarias en estados críticos como Nevada, Carolina del Sur y Georgia ya se terminaron.

Hay dos precandidatos demócratas que sí se registraron para competir contra el presidente Biden por la candidatura demócrata, Marianne Wiliamson, una escritora de libros espirituales de 71 años que ya intentó lo mismo en el 2020, y Dean Phillips, un congresista millonario que dice respetar y admirar a Biden, pero que cree que la edad del presidente y su aparente pérdida de capacidad cognitiva es un serio peligro para el país.

Quinto

Entre los posibles escenarios si el presidente, de 81 años, se retirara, los demócratas podrían elegir a otro candidato, pero sería hasta que se realice la Convención Nacional Demócrata en Agosto, en la ciudad de Chicago.

Si Biden se retirara mientras se están llevando a cabo las elecciones primarias demócratas, otros candidatos podrían unirse a la carrera, pero, otra vez, eso dependería de los requisitos de elección en cada estado. 

Normalmente se necesitan meses para establecer una campaña presidencial y recaudar montañas de dinero para postularse. La verdad ya es muy tarde y sería imposible ya entrar en los plazos de ley que han sido establecidos en los estados de mayoría demócrata más importantes de la Unión como California, Illinois, Michigan o Nueva York.

La primera elección primaria para los demócratas y para los republicanos está realizándose en Nuevo Hampshire el 23 de enero. Cada elección primaria asigna un número individual y distinto de delegados a la Convención Nacional Demócrata y a la Convención Nacional Republicana dependiendo de la extensión territorial y la densidad de población de cada estado.

La gran elección primaria del “Súper martes”, está prevista para el 5 de marzo. Cuando ocurra, más de una docena de estados, incluidos California y Texas, celebrarán sus primarias. A finales de marzo ya más de la mayoría de los estados habrá votado y ya se habrá superado más del 50% de los delegados asignados por cada partido.

¿Es ya muy tarde para que los demócratas tengan un plan B? 

En realidad, podría no ser muy tarde. Pero sería un suicidio político cambiar de jinete en plena carrera. No por nada le llamamos, “Paso de la muerte”.

Hoy en enero del 2024, el presidente Joe Biden tiene más que asegurada su nominación. Y una y otra vez lo hemos oído decir que él piensa que es el único capaz de derrotar otra vez a Trump. 

Si en la Convención Nacional Demócrata en la ciudad de Chicago en agosto, hubiera una rebelión de los demócratas en contra de la candidatura de Biden, eso los llevaría a una derrota segura y a una implosión del partido.

La única forma de no cometer una locura así es si el presidente voluntariamente se retira después de las últimas primarias en junio de 2024. Esa acción liberaría de su obligación a los delegados ganados por Biden durante las primarias, que entonces quedarían en completa libertad para votar por otro candidato en su Convención en Chicago.

Es seguro que si el presidente renunciara a su candidatura eso conduciría a que muchos aspirantes a la candidatura demócrata levantarían la mano para ser los elegidos. Eso incluiría seguramente a la vicepresidenta Kamala Harris y a Gavin Newsom, gobernador de California. Ambos intentarían convencer a los más de 4.000 delegados demócratas a su convención de hacerlos candidatos presidenciales.

Originalmente las convenciones políticas en Estados Unidos fueron diseñadas como un sitio de negociación en la que varios candidatos les exponían a los delegados de cada estado su programa presidencial. Había entonces distintas votaciones y una final en la que se seleccionaba a un candidato.

Esto nos regresaría a esa época en la que los delegados de la convención realmente elegían, y no simplemente aprobaban, a su candidato como ocurre hoy. Recuerde usted que las primarias son para seleccionar a los candidatos.

Eso naturalmente desencadenaría una guerra interna demócrata y no hay nada peor para un partido político durante las elecciones que una guerra interna.

La última vez que algo similar ocurrió fue en 1972, cuando el entonces senador Thomas Eagleton, se retiró como candidato vicepresidencial del candidato presidencial demócrata George McGovern. Las razones para declinar la candidatura vicepresidencial fueron las revelaciones de que el senador Eagleton era objeto de tratamiento psiquiátrico para la depresión.

El Comité Nacional Demócrata celebró una reunión de emergencia para cubrir la vacante y seleccionó a Sargent Shriver para ocupar su lugar. George McGovern quedó políticamente herido de muerte y el candidato republicano, que era Richard Nixon, lo hizo polvo. McGovern perdió hasta en su propio estado de Dakota del Sur. 

El factor Kamala:

Desde mediados del 2023, el presidente Biden se negó a cambiar candidato a la vicepresidencia del país. Dicho por el propio presidente esa acción debilitaría al partido. Enviando con eso un mensaje de debilidad. Cuando Biden seleccionó a Kamala Harris lo hizo por la imagen de eficiencia y combatibilidad que la vicepresidenta había demostrado como Fiscal General en California y en su trabajo en el Senado. Además, Biden sabía que eso le atraería el voto afroamericano y uniría a muchas facciones demócratas.

Pero el trabajo de la vicepresidenta en cuatro años ha carecido de éxitos. Kamala Harris sería hecha polvo por Donald Trump. Pero ¿cómo quitarle la nominación que legítimamente le corresponde para poner en su lugar a un hombre de raza blanca como lo es el gobernador de California? El golpe interno al partido demócrata políticamente sería devastador. Estas cuestiones de igualdades y desigualdades raciales aún tienen una gran importancia en la sociedad estadounidense actual.   

Se da usted cuenta… Estas son las razones por las que sería una idiotez reemplazar a Biden. Además, de acuerdo con los encuestadores es cierto lo que el presidente cree. Donald Trump puede aún ser derrotado en noviembre.