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Amarga victoria para Friedrich Merz
Los democratacristianos alemanes de Friedrich Merz obtuvieron una ajustada victoria en las elecciones federales: El sistema político alemán se encuentra en un estado de profunda agitación y está más fragmentado que nunca en su historia.
El resultado de las elecciones puede considerarse una señal de advertencia para los partidos centristas. La amenaza del populismo de izquierda y derecha no se ha desvanecido, lo que debe ser especialmente preocupante a la vista de los desafíos a la seguridad europea.
La CDU/CSU del candidato a canciller Merz obtuvo un resultado del 28.5% (+4.3 % respecto a las elecciones de 2021), varios puntos por debajo de lo esperado. La ultraderechista Alternativa para Alemania casi duplicó su resultado hasta el 20.7% (+10.3 %) y se convirtió en la segunda fuerza.
Los socialdemócratas de su canciller Olaf Scholz obtuvieron su peor resultado de la historia con un 16.5% (-9.3%).
Los liberales del FDP perdieron más del 50% de sus votos y dejarán de estar representados en el nuevo Bundestag al no poder superar la barrera del 5% que marca la ley electoral alemana. Las pérdidas de los Verdes fueron menos graves, con un 11.7% (-3%). Sorprendentemente, el Partido de Izquierda, heredero del partido comunista de la extinta República Democrática Alemana, entró en el Bundestag alemán con un 8.7% (+3,8%), gracias sobre todo al éxito de la campaña en TikTok de su principal candidato.
Este resultado no solo pone de relieve el auge del populismo de derechas en Alemania, sino también la fragmentación general del sistema de partidos. La presumible no entrada de la recién fundada Alianza Sarah Wagenknecht (4.9%), una escisión nacionalista de izquierdas del Partido de la Izquierda, garantiza por sí sola que entrarán en el Parlamento alemán cinco partidos en lugar de seis. Con este resultado electoral, en el que los votantes han querido castigar a los partidos establecidos votando a los extremos, Alemania se acerca a las condiciones austriacas y francesas.
El probable nuevo canciller alemán Friedrich Merz tendrá que llevar al sacrificio de muchas de las “vacas sagradas” a las que la política alemana se ha aficionado durante décadas. Entre ellas figuran la moderación en la política de defensa, las cuantiosas transferencias sociales, la ignorancia de la situación demográfica, las asociaciones económicas internacionales apolíticas y sin riesgo, las costosas “soluciones de vanguardia” en la protección del clima y las rígidas normas fiscales.