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Opinión

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Autopartes: el valor de la interdependencia

Estados Unidos depende en un 43% de las exportaciones mexicanas de autopartes.

México es el principal proveedor de autopartes para la industria automotriz de EU.

Ni reuniendo la proveeduría de: Canadá, Japón, Alemania, Corea del Sur y China, los cinco países que le siguen a México en sus ventas a EU, alcanzaría para sustituír la proveeduría mexicana.

La industria de las autopartes, por su importancia y valor estratégico, es prácticamente el corazón de la cadena de valor de la industria automotriz.

La industria de autopartes, es la que mayor grado de interdependencia representa.

Está tan integrada la cadena de producción que si algunas empresas mexicanas decidieran “cerrar la llave” se pararía la producción de algunas plantas de producción en Estados Unidos

Su valor económico no deja lugar a dudas.

Las exportaciones de autopartes alcanzan un total de 106 mil millones de dólares.

De esa cantidad, el 88%, es decir, 93 mil millones de dólares se destinan a Estados Unidos.

Para tener mayor claridad de lo que representan estas cifras, vale la pena compararlas.

Las exportaciones de autopartes valen 106 mil millones de dólares

En una escala descendente, siguen: remesas, con 65 mil millones de dólares; autos terminados con 60 mil millones de dólares; turismo, con 30 mil millones de dólares; bebidas y alimentos, 30 mil millones de dólares; petróleo y gas, 30 mil millones de dólares.

De esa magnitud es el nivel de importancia que tienen los ingresos de divisas generados por las exportaciones de autopartes, producidas en México.

México produce para exportar a los Estados Unidos y Estados Unidos requiere de las exportaciones de México.

La Industria Nacional de Autopartes, en su configuración, refleja claramente los lazos de integración.

Poco más de la mitad de las empresas de autopartes, tienen capital mexicano.

Un 40% adicional es de empresas con capital estadounidense. Y un 5% es de empresas canadienses.

Independientemente del origen de su capital, todas las empresas son mexicanas, todas tienen empleados mexicanos, están constituídas bajo las leyes mexicanas y están sufriendo, exactamente la misma afectación, por los aranceles anunciados por el gobierno de EU.

Todavía no está perfectamente clara cuál será la afectación de los aranceles de Estados Unidos a la industria automotriz y de autopartes en México.

En el más reciente análisis que realizó la organización que aglutina a las empresas de autopartes, la Industria Nacional de Autopartes, encabezada por Francisco González, se calculó una parte del impacto que provocará el arancel al aluminio y el acero.

En principio, estimaron un impacto de 2M900 millones de dólares.

Tal impacto se redujo posteriormente con la decisión de EU de exentar el contenido que cumple con las reglas del T-MEC. Pasó de 2,900 a 500 millones de dólares.

Un impacto menor, pero al final de cuentas, un daño económico.

De la batería de aranceles que ha disparado Estados Unidos contra México, el de mayor afectación potencial, podría ser el dirigido a la industria automotriz y de autopartes.

Todavía está en proceso de definición y aplicación y sus efectos están por verse tanto para los autos terminados como para las autopartes.

El 3 de mayo, el secretario de Comercio, Howard Lutnik, anunciará nuevos lineamientos sobre el contenido estadounidense para aplicar el 25% de arancel.

México tiene alto contenido de EU y podría tener ventajas comparativas, respecto de otros países.

Pero de entrada, el arancel del 25% a la exportación a Estados Unidos de cualquier parte del mundo, implica que obligadamente, Estados Unidos tendrá que producir muchos más autos de los que actualmente produce.

A la fecha, EU no se da abasto con los 8 millones de autos que producen, frente a los 16 millones de autos que se venden en su mercado.

El propósito del presidente de Estados Unidos de reindustrializar a su país, es consistente con la intención de atraer a las armadoras que producen fuera de su territorio.

Sin embargo, no es tan fácil trasladar una armadora de un país a otro. Por lo menos, no se puede realizar de la noche a la mañana. La planeación en la industria automotriz, lleva varios años.

Pero si se da por sentado que EU podría crear, de la nada, armadoras en su territorio, habría que considerar que continuará requiriendo y muy seguramente, en mayor medida, de la proveeduría de autopartes de México.

Esa sería una oportunidad para México. La industria nacional puede afrontar un cambio, que procure una mayor demanda; si lo lleva a una menor demanda, será más difícil.

En México las autoparteras, ya recurren y puede aumentar el uso de las incoterms, aquellas normas entre importadores y exportadores que definen obligaciones y responsabilidades.

Podrían optar por vender a EU y que los compradores vengan a recoger su mercancía, pagar el arancel y el transporte. A ver.

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Periodista desde 1975, ha trabajado ininterrumpidamente en periódicos, revistas, radio, televisión e internet. En los últimos 31 años se ha especializado en negocios, finanzas y economía. Es uno de los tres conductores del programa Fórmula Financiera, que se transmite por Grupo Fórmula.

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