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El mundo tiembla, ¿México, triunfa?
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, puso a temblar al mundo con su política arancelaria.
Tras la batería de tarifas que anunció a 180 países y territorios con los que comercia, los mercados de capitales acusaron recibo con números rojos en Asia y al día siguiente en Estados Unidos.
El fantasma de una guerra comercial y una nueva oleada inflacionaria, comenzaron a recorrer el mundo.
Las previsiones preliminares proyectan altos aranceles para los próximos meses.
A los misiles comerciales disparados por EU, se teme la réplica de sus contrapartes.
En Wall Street se registró la mayor caída desde el 2020, el año de la pandemia que obligó al cierre de las economías y provocó la disrupción de las cadenas productivas.
En la jornada del 3 de abril, 24 horas después del “Día de la Liberación”, el Dow Jones –en el que cotizan las acciones de 30 mega empresas– cayó 3.98%.
El Standard and Poors 500 perdió 4.84%, la más pronunciada caída desde la pandemia y perdió 2.4 billones de dólares en capitalización.
Y el Nasdaq Composite – que incluye a las empresas tecnológicas más grandes– bajó 5.97%.
La incertidumbre frente a un cambio tan radical de las relaciones comerciales internacionales, provocó un intenso temor y pintó de rojo los pisos de remates.
Mientras que en el mundo se escuchan tambores de guerra comercial, en México se respiraba un ambiente, casi triunfal.
Paradójicamente, cuando se erige una nueva era proteccionista, México se aferra al libre comercio, aun y cuando el T-MEC registra una profunda herida por los aranceles unilaterales contra México y Canadá.
El T-MEC pasó de tener una regla de origen de integración norteamericana a otra de contenido nacional estadounidense mayoritario.
El peso inició y terminó la jornada por debajo de las 20 unidades y, al cierre las bolsas en México registraron ganancias
La vigencia de los aranceles del 25% a productos que no cumplen con el T-MEC; del 25% al acero y al aluminio y del 25% a los autos y autopartes, prácticamente fueron minimizados.
Continúan las negociaciones y seguramente, en un plazo de 40 días, se logrará un trato diferenciado, dijeron las autoridades.
Desde muy temprano, con la apreciación del peso frente al dólar, comenzó a escucharse el mensaje oficial, con la perspectiva del “vaso medio lleno".
Durante la mayor parte del día se mantuvo el optimismo y prácticamente pasó inadvertido el anuncio de que Stellantis decidió suspender operaciones en plantas de México y Canadá por los aranceles a los autos.
Y es que el gobierno mexicano, de acuerdo con su propia narrativa, se había anotado una proeza.
En medio del cambio de reglas para el comercio de Estados Unidos con otros países, México logró un esquema preferencial, diría el secretario de Economía, Marcelo Ebrard.
México no fue incluido en la lista de los países que tendrán que pagar aranceles recíprocos a Estados Unidos.
En consecuencia tendrá ventajas comparativas con las casi 200 naciones y territorios que sí tendrán que pagar aranceles para exportar a Estados Unidos.
La Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dijo que la economía de México está fuerte, pese a la incertidumbre por los aranceles.
Y al confirmar que no hay aranceles adicionales para nuestro país, aseveró que esa decisión se basa en el respeto a México y a la soberanía nacional.
Ebrard reconoció que el mundo entró a un nuevo sistema comercial, con la imposición de aranceles recíprocos por parte de Estados Unidos.
Destacó que de los 14 tratados comerciales que tiene EU, al único en el que no se impusieron aranceles recíprocos es en el T-MEC.
Y fue mucho más allá. Aseveró que esto se debe a que la estrategia de la presidenta Claudia Sheinbaum funcionó, al lograr trato preferencial.
Se mantiene –dijo– el T-MEC, se protegen los empleos y se mantiene un diálogo permanente con Estados Unidos.
Algunos de los sectores que tienen tasa cero o exentos, son el agroalimentario, manufacturas electrónicas, químicas, vestido y calzado, dispositivos médicos y maquinaria, entre otros.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, señaló que en los próximos 40 días, la meta es lograr las mejores condiciones para la industria automotriz, en el acero y el aluminio,
Luego vino el anuncio de 18 acciones para acelerar el Plan México, para fomentar la inversión y la producción nacional.
México, efectivamente tiene una oportunidad en virtud de su vecindad con Estados Unidos y el menor nivel de aranceles.
Para aprovecharla requiere inversiones en energía: petróleo y electricidad e infraestructura física y digital. Además de un marco jurídico que garantice certidumbre a las inversiones.
Frente a la celeridad de los acontecimientos, la cuenta regresiva para que México aproveche esa oportunidad, ya comenzó. Veremos.