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Banxico: confianza en control de la inflación, temores ante tensiones comerciales
El Banco de México tiene como objetivo bajar la inflación y si la economía reduce su dinamismo eso ayudará a lograr el objetivo del instituto central y la baja de tasa de interés se podría acelerar en lo que resta del presente año

El pasado 19 de marzo, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Reserva Federal de Estados Unidos tomó la decisión, por unanimidad, de mantener sin cambios la tasa de fondos federales para ubicarla en un rango de 4.25-4.50 por ciento.
En contraste, la Junta de Gobierno del Banco de México decidió, por unanimidad, reducir nuevamente el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria en 50 puntos base y ubicarla en un nivel de 9 por ciento.
En este punto, conviene señalar que, durante la primera quincena de marzo, la inflación general se ubicó en 3.67%, mientras que la subyacente fue de 3.56 por ciento.
Con estos datos, la tasa de interés real ex post (usando la inflación quincenal interanual observada) se estaría ubicando en 5.33 por ciento.
Debe recordarse que la tasa de interés real ex post ha estado por encima del 5% desde abril de 2023, cuando la media histórica (desde enero de 2008 hasta la fecha) ha sido de aproximadamente 1.6 por ciento.
En este sentido, la tasa de referencia de Banco de México, si bien ha disminuido 250 puntos base desde marzo del año pasado, todavía se mantiene en un nivel históricamente alto para la economía mexicana desde que dicho banco central adoptó un régimen de meta inflacionaria.
Además, con este nivel y considerando el comportamiento de la inflación, la tasa se sigue manteniendo en terreno restrictivo.
En el comunicado, se señaló que se prevé que la economía nacional muestre debilidad a lo largo del primer trimestre de 2025. Asimismo, en esta ocasión, se omitieron los comentarios relacionados con la evolución del empleo.
Por otro lado, se hizo énfasis en que la incertidumbre y las tensiones comerciales plantean importantes riesgos a la baja.
Respecto de este último punto, vale la pena comentar que, el día 27 de marzo, Marcelo Ebrard anunció que las conversaciones sostenidas con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, y el titular de la USTR, Jamieson Greer, concluyeron.
El secretario de Economía de México adelantó que, en la próxima conferencia matutina con la presidenta Claudia Sheinbaum, compartirán detalles sobre dichas negociaciones.
Lo anterior fue consecuencia del reciente anuncio de la imposición de aranceles del 25% a “todos los automóviles no fabricados en Estados Unidos”.
Marcelo Ebrard explicó que ya se han llevado a cabo seis reuniones, en las que se ha buscado un trato preferente que proteja empleos y la industria automotriz en México. Entre los acuerdos logrados, destacó que los autos hechos en México con más componentes estadounidenses recibirán descuentos, las autopartes nacionales no pagarán aranceles hasta el 2 de abril y se evitarán cobros múltiples al cruzar la frontera.
En el comunicado del Banco de México, resulta manifiesta la inquietud de la Junta de Gobierno respecto de los efectos de las políticas comerciales de la actual administración estadounidense tanto sobre la inflación como sobre la actividad económica de México.
Por lo pronto, tanto la inflación subyacente como la no subyacente se han ido estabilizando en niveles inferiores al límite de tolerancia de 4%, aunque se mantienen notablemente por encima de la meta del 3 por ciento.
Asimismo, la actividad económica nacional se mantiene notablemente débil.
Como consecuencia de lo anterior, sería esperable que la Junta de Gobierno se incline por continuar el ciclo de reducción de tasas de referencia a lo largo de las siguientes reuniones, aunque la frecuencia y la magnitud de ello estará sujeto completamente a la evolución de los datos.
En virtud del compromiso del Banco de México con su mandato de mantener una inflación baja y estable en torno al 3%, si la debilidad de la economía se agrava y, además, facilita la reducción de la inflación, la reducción de tasas podría acelerarse considerablemente.
No obstante, por el momento, no estimamos un deterioro de la actividad económica que pueda llevar a dicho escenario, antes bien, esperaríamos que la tasa de referencia cierre este año entre 7.75 y 8 por ciento.